Fin del misterio: Jimena Barón no está en Banfield ni con Daniel Osvaldo. La actriz fue encontrada por Paparazzi saliendo de su departamento en el barrio porteño de Palermo. "Está todo bien, no pasa nada, no se preocupen", dijo para calmar la inquietud que generó en sus fanáticos su sostenida ausencia en las redes sociales, donde es tan activa.
Campera verde con cuello bastante peludo negro, Pantalón y borcegos oscuros, medias blancas. Y barbijo, como corresponde. Para un día templado como el de hoy, pareció un abrigo algo exagerado. Pero mejor prevenir que curar, entonces Jimena salió a la calle bastante protegida.
Nunca detuvo su paso, quiso saber qué medio le preguntaba y contestó, amable y buena onda, cada una de las consultas de Carlos González, el Paparazzi que resolvió los interrogantes más grandes de la cuarentena farandulera. ¿En dónde está Jimena? ¿Sigue en Banfield con Osvaldo? ¿O se fue a otro lado? La respuesta es clara: La Cobra dejó la casa que compartía con el ex jugador de Huracán, Boca y Banfield y regresó a su departamento de Palermo.
"Perdón, me tengo que ir", intentó atajarse Jimena en un primer momento. Iba cruzando la calle y parecía tener prisa.
Pero un puñado de segundos más tarde respondió: "Estoy bien, no se preocupen. Estoy re bien. Por suerte ningún problema familiar". Así arranco la charla, que continuó con el siguiente diálogo:
-¿Con Daniel cómo están?
-Nada para decir, está todo bien.
-¿Viste el Cantando, te gustó?
-No lo ví. Se de Kari y de Lizardo que van a hacer unas canciones, que estaba tratando de darles una mano si es que les sirve de algo.
-¿A vos te habían llamado para ser la conductora?
-No, no. Me llamaron para ser jurado del Bailando, y jurado del Cantando.
-Por último, ¿Con Daniel, viste todo el lío que se armó con esto de Banfield, pudiste hablar algo?
-No, no tengo ni idea. No hablé. No hay ningún lío. A veces es lo que arman pero no hay ningún lío.
Jimena pidió disculpas, aceleró y se fue. Llevaba puestos auriculares, que estaban conectados a un celular al que agarraba como si fuese la mano de un novio reciente. Si iba escuchando alguno de sus temas, una canción de Bajo Fondo -el grupo donde Osvaldo despunta su pasión por el rock- o cualquier otra música es, para qué negarlo, un misterio. Un bolsito le cruzaba el pecho, y por debajo de la campera asomaba un cuello redondo negro.
Barón protagonizó una de las "historias de cuarentena" más movilizantes de toda la farándula. Un buen día, un domingo por la tarde, apareció en la casa de Daniel Osvaldo, su ex y con quien tiene a Morrison, su único hijo.
La sorpresa fue mayúscula porque Barón, en reiteradas ocasiones, acusó al delantero de ser un maltratador. Incluso, las canciones La Tonta y La Cobra, sus dos mayores exitos en su carrera como solista, están inspiradas en las traumáticas experiencias que pasó al lado suyo.
"Me llamaron para ser jurado del Bailando, y jurado del Cantando, pero no vi el programa", le dijo a Paparazzi.
Pero Barón no sólo fue a lo de Osvaldo. A los pocos días empezaron con un coqueteo que pareció derivar en una reconciliación cuando el subió a su perfil de Wahstapp una foto "íntima" de los dos. Pero desde entonces todo fue misterio y dudas. En un momento, él posteó "qué lindos los perros y que mierda las personas" y los rumores se multiplicaron. Ahora, Paparazzi la encontró en Palermo, mientras él sigue en el sur del conurbano. Y si, se fue con la música a otra parte.
IMAGENES Y TESTIMONIOS: CARLOS GONZALEZ