Quizás sea el famoso "precio de la fama": Stefi Roitman y Ricky Montaner son seguidos, observados, criticados y elogiados por miles de personas prácticamente "minuto a minuto". Todo lo que hacen, dicen, opinan o sugieren es analizado al dedilllo por fanáticos o simples usuarios de las redes sociales. Además, ellos "colaboran" inundando sus cuentas con fotos, historias y comentarios de todo tipo.
Prácticamente desde que empezaron a salir Stefi y Ricky se volvieron una pareja que no admite grises entre la gente: en el medio de aquellos que los aman y les bancan todo y quienes los rechazan y les fustigan cualquier cosa ni hay nada ni nadie. Los aprueban o los repudian, sin más. Una de las últimas fotos que subió la actriz argentina fue "resubida" por una cuenta especializada en mascotas, y los usuarios se hicieron un festín con burlas hacia ambos.
Stefi y Ricky tienen como mascota a un perro al que llamaron Mao. El pichicho es hermoso y hace las delicias tanto de ellos dos como del resto de la familia, que se mueve de un lado a otro como si fuera un clan. En una de esas salidas, lo llevaron en el auto, se tomaron un par de fotos, las subieron a sus redes y sucedió lo que pasa siempre: mientras ellos recibieron un cuarto de millón de "likes" y cientos de felicitaciones, la cuenta especializada "Vida mascotera" hizo suya la imagen y les preguntó a sus seguidores "¿Qué título le pondrías a la foto?".
La respuesta volvió a ser unánime, pero en este caso de manera crítica. Prácticamente no hubo una persona que los aplaudiera. "Los tres tienen cara triste", arrancó un usuario. A partir de allí llovieron los comentarios burlones y exageradamente despiadados hacia la figura de los dos. Incluso, algunos fueron todavía "más allá" y aseguraron que "una cosa son con maquillaje y filtros, y cuando se los sacan son totalmente diferentes".
"Día de diversión plena", "Canje de maquillaje, por favor", "Adopten mestizos, no compren", La cara del perro lo dice todo: que hizo para merecer esto", "qué cara esta la cebolla", "qué día de merda" o "es cierto que los perros tienen la cara de sus dueños" fueron algunos de los comentarios que se pudieron leer.
Lejos de preocuparse por esos comentarios fuertes, Stefi y Ricky disfrutan de su relación y de la proximidad de su casamiento. Están acostumbrados a la crítica permanente y ya no les dan tanta bolilla a esos comentarios. Prefieren quedarse con la avalancha de gente a la que le caen bien casi todas sus actitudes.