Si querer queriendo, quizás, Benjamín Vicuña generó uno de los momentos "más candentes" y llamativos de la entrega de los Martín Fierro. Tras ganar el premio como mejor actor de ficción por su trabajo en "El primero de nosotros", el chileno dio un largo discurso donde pasó por el agradecimiento, por la emoción, por el reconocimiento y por los recuerdos, y en el medio de toda esa bambolla soltó una frase que provocó una conmoción total: "la Argentina me dejó muchas cosas, entre ellas un gran amor". ¿Uno sólo?
De inmediato, todas las miradas apuntaron a Pampita, quien estaba en el salón del Hotel Hilton junto a su actual pareja, el empresario gastronómico devenido a político Roberto García Moritán.
La modelo pero también conductora de televisión, perdedora en las dos ternas en las que participó -tanto a nivel colectivo con El hotel de los famosos y en la faz individual como mejor conductora- se sintió "ganadora" quizás por única vez en la noche.
Vicuña estaba chocho de la vida tras ser elegido como el mejor intérprete de toda la televisión argentina en una noche que tuvo como principal reclamo la falta de ficción en la pantalla chica.
Incluso, Luis Ventura, presidente de APTRA y una voz muy escuchada en las oficinas donde se toman decisiones, abrió la jornada con un encendido discurso donde pidió "terminar con las latas" y multiplicar "las producciones argentinas para los actores argentinos.
Curiosamente, lo hizo en Telefe, el canal "de las pelotas" y de las "latas turcas, colombianas y brasileñas" que tantos dividendos le dieron en los últimos 5 años como mínimo. Vicuña también abogó por más laburo para los actores y por mejores condiciones para los trabajadores de la tele (que reclamabas ruidosamente en la puerta del hotel) pero después se metió en un terreno mucho más sentimental y tiró la frase que generó una conmoción.
LA FRASE DE BENJAMIN VICUÑA QUE EMOCIONO A PAMPITA PERO ENFURECIO A MORITAN Y A LA CHINA SUAREZ
Vicuña hablaba de su familia y de su pasado en Chile, y luego se refirió a la Argentina, "este país que me ha dado trabajo, que me ha dado amigos, que me ha dado hijos que son lo mejor que tengo, y que me ha dado un gran amor". Sin que nadie dijera nada, el galán de galanes se frenó solito, miró para adelante, extendió su brazo y sonrió, como admitiendo con esa pausa y con ese gesto que había dicho algo que generaría réplicas de manera inmediata.
Pocos segundos después las cámaras buscaron la mesa donde estaba Pampita, a quien se pudo ver luminosa, sonriente y emocionada. Parecía alcanzada por un rayo de sol en medio de la penumbra. A su lado, Moritán estaba ensombrecido, taciturno y con una clara mueca de descontento en su rostro.
Hizo un esfuerzo supremo por aplaudir, pero en su cara nunca aparecieron sonrisas ni gestos de aprobación, más allá de que mantiene un vínculo adulto y ameno con el trasandino.
Por supuesto que las redes sociales explotaron en segundos, pidieron a gritos "la vuelta de la pareja", concluyeron que "ahí sigue habiendo una llamativa y los dos lo saben mejor que nadie" y no sólo se preguntaron qué sentiría la China Suárez -que vivió 5 años con Vicuña y tiene dos hijos con él- sino que se respondieron que la actriz, ahora en una relación ambivalente con el joven trapero Lauty Gram, estaría "ardida" con su ex.
