Lilliana Caldini tenía apenas 17 años, Cacho Fontana 38 y estaba recién separado cuando se conocieron en el verano de 1970, en los estudios de Radio Rivadavia, donde el conductor lideraba Fontana Show. Él ya era una figura de renombre en los medios; ella, una modelo en ascenso, bellísima.
Luego de entrevistarla para una publicidad de cigarrillos, Cacho y Liliana tuvieron su primera salida: una gaseosa que tomaron en un bar cercano a la radio, al término del programa. La atracción entre los dos fue inmediata y ellos no lo sabían, pero estaban por empezar un romance que haría historia.
La pareja fue todo un escándalo: la enorme diferencia de edad, incluso en los años setenta, generó mucho ruido en su momento. Nadie entendía ese romance que, en un principio, fue condenado. Sin embargo, Liliana y Cacho avanzaron, se casaron en Italia y formaron una familia.
Liliana y Cacho estuvieron más de 10 años juntos, tuvieron a las mellizas Ludmila y Antonella y terminaron su relación en malos términos, con tanto escándalo como a su comienzo.
“No estoy enamorada de Cacho. Fueron 12 años casi perfectos, pero la crisis es muy grave”, dijo ella, en 1982. Con el correr del tiempo, las heridas sanaron y restablecieron el diálogo.
“Costó que la gente aceptara mi relación con Liliana. Tardamos como cuatro años en mostrarnos en público. Para muchos yo era un viejo verde, cansado, con mucha guita, que buscaba una chica joven para divertirse. Hoy esa historia sería el cuento de Caperucita. Ella está en Miami y tenemos un muy buen vínculo”, dijo Fontana, recientemente.
Lo que no podía saber el legendario conductor de Odol Pregunta es que moriría a los 90 años, dos días después de su querida Liliana, quien falleció el domingo 3 de julio a los 71, sola en su departamento, alejada de la farándula y de los medios.