En el tramo final de Gran Hermano, varios de los ex participantes reingresaron a la casa. Entre ellos, Mauro D´Alessio, quien con un simple gesto le dejó en claro a Furia que no la espera y que no quiere saber nada con ella. ¿Y ella, cómo quedó? Enojada, indignada, sacada con su “ex chongo”.
"Igual, por mí mejor, porque así me doy cuenta de que es un hijo de puta”, les dijo a Emmanuel y Darío en la galería, mientras repasaban lo que había sucedido momentos antes, una breve visita que le alcanzó a Mauro para meterse en los cuartos para dejarle su mensaje a Juliana a través de un gesto.
El ex rugbier quitó de la pared de la rapada una foto que era especial para los dos y se la llevó a Emma. Así lo explicó Furia a Darío, antes de estallar mirando a cámara con su mensaje furioso para el chico de Villa Urquiza.
“Hay una foto que tiene el corazón, que le regalé yo, y está la foto con su familia… Yo las colgué en mi pared. Él las saca, se las lleva a su cuarto y la foto con su familia la pega en su cama; la otra se la deja a Emma en donde se maquilla. Si la querés tirar, te la llevás. Le dejó su corazón a Emma”, contó.
EL ESTALLIDO DE FURIA CONTRA MAURO TRAS SU VISITA A LA CASA DE GRAN HERMANO
“Es demasiado”, opinó Darío, a lo que Furia asintió. A su lado, Emmanuel insistía en que Gran Hermano no debería permitir que las visitas toquen las cosas de los jugadores, sobre todo teniendo en cuenta el estado vulnerable de sus psiquis en el encierro, cuando todo es leído como una señal.
Enojadísima y decepcionada tras descubrir que Mauro no la espera afuera, Furia volvió a su teoría de que era un actor puesto por la producción para desestabilizarla. Y no pudo evitar explotar ante una de las cámaras con su mensaje patotero para su ex: “¿Qué pasa, pelotudito? ¿Te lavaron la cabeza? Bobo, andá al psicólogo”.
