Envuelta una vez más en rumores de distanciamiento y ruptura con el galán chileno Benjamín Vicuña, La China Suárez confirmó que vivió una "crisis". Cuidado: no se refirió a su relación con el trasandino, sino a la noche de terror que atravesó porque Amancio, el hijo menor de la pareja, no podía conciliar el sueño y ella se pasó horas y horas tratando de calmarlo.
Demolida por las circunstancias y con la necesidad de hacer un poco de catarsis en medio de un fin de semana complicado por la "lluvia" de versiones que empapó a su vida sentimental, la China apeló a su cuenta de Instagram para desahogarse junto a sus seguidores. Con cara seria y el gesto firme y convencido, miró a cámaras y se retrató para contar lo que le había sucedido. Ese desvelo que la dejó, curiosamente, "de cama".
"Amancio se despertó 2.35 y no podía dormirse otra vez", compartió la artista con sus millones de seguidores, quienes siempre están atentos a sus movimientos, sus palabras, sus acciones y sus publicaciones. Con el bebé en sus brazos y otra vez entregado a un plácido sueño, escribió "me da pánico moverme". La posibilidad de despertarlo y arrancar otra vez de cero la aterraba.
No era para menos. Los bebés suelen hacer esas "travesuras", deliciosas y tiernas para quienes las ven desde afuera o ya superaron esa edad pero que son bastante traumáticas y cansada para quienes están "metidos en ese baile". Cualquier sonido o movimiento podía tirar por la borda todas esas horas de "sana sana", "duérmete ya" o cualquier otro recurso que se tenga a mano para calmar a un hijo, y la China no quería arruinar semejante tarea.
Amancio cumplió un año hace menos de dos semanas, el 28 de julio, y todavía está en esa época de bebote en el que todo lo que hace es festejado y celebrado, como corresponde. Ya está tratando de balbucear sus primeras palabritas y en la etapa donde el gateo le empieza a abrir la puerta a tratar de levantarse y a dar los tambaleantes pasitos iniciales.
La China era bastante reacia a mostrar en las redes sociales a sus chicos (con Nico Cabré tuvo a Rufina, y con Vicuña a Magnolia y a Amancio) pero en los últimos meses fue modificando de a poco esa actitud tan rigurosa, y ahora hasta se anima a contar y a compartir este tipo de cosas. Más que sufrirlas, que trate de disfrutarlas. Que pasan rápido y los chicos vienen grandes en un abrir y cerrar de ojos. Precisamente.