Parecería que el destino, efectivamente, está escrito. Preliminarmente diseñado para señalizar el camino y trazar el rumbo que transitará cada ser. Proponerse ganarle la pulseada podría implicar, directamente, una pérdida de tiempo. Más aun cuando la realidad demuestra con frecuencia que las cartas fueron echadas previo a que empezara a correr el segundero de la vida. De lo contrario, hubiese sido improbable que el Chino Leunis (39) volviera a formar pareja apenas dos meses después de separarse de Karin Rodríguez, la madre de su hija Delfina, tras un vínculo que se extendió ni más ni menos que por 15 años.
No es una apreciación periodísticamente parcializada. Tampoco una liviana elucubración. Se trata de una conclusión que nace en las propias palabras pronunciadas por el conductor de Morfi, todos a la mesa. El conductor ha empezado una nueva historia de amor con María Magdalena, una mujer de la que “jamás pensé que iba a enamorarme algún día. Fue todo muy sincrónico. Ella no tiene nada que ver con los medios, pero de repente un día pasó. Venimos los dos de historias que terminaron y sentimos que podíamos acompañarnos. Y, definitivamente, vale la pena el amor después del amor”.
Separada y mamá por cuatro, Maca, como la llaman sus allegados, apareció en el horizonte del animador “cuando no lo esperaba, porque si bien compartimos un espacio hace rato, no estaba en los planes de ninguno de los dos poner en marcha esta hermosa experiencia. Yo apuntaba a un período de soledad para rehacerme, pero se dio así y estamos felices”.
Un repentino final para una soltería que Leunis imaginó más prolongada, pero que, por magia y soberana decisión de lo predeterminado, no excedió los plazos de un breve impasse sentimental. “De todo se aprende. Y si a eso le sumás la sabiduría que sólo consigue el tiempo, ahí tendrás una gran enseñanza. Que Dios nos bendiga mucho”, fue la primera publicación en las redes sociales del Chino cuando optó por confirmar públicamente su alejamiento de Karin, quien, a modo de reconocimiento a los buenos términos que sostuvieron el adiós, respondió por la misma vía.
“Tal vez la vida no es sobre convertirte en algo. Tal vez es acerca de desconvertirte de todo eso que no sos para finalmente ser quien estabas destinado a ser desde el primer momento”, argumentó.
Trazando una comparación con lo que ocurre generalmente en la farándula cuando los cónyuges resuelven tomar caminos diferentes, las cosas entre el Chino y Karin han quedado bastante bien. A juzgar por sus afirmaciones y sus buenos augurios mutuos, la sensación es que la prioridad será la crianza de Delfina y no la confrontación, por celos, por heridas que no cerraron o por temas económicos.
Un escenario inmejorable para que el conductor de Telefe se sienta espiritualmente calmo y pueda proponerse mirar a futuro en compañía de Maca, quien ya fue presentada oficialmente por él a sus padres, Cristina y Leonardo. Fue en el marco de un evento del Cirque du Soleil, que el conductor aprovechó para romper el hielo y acortar la distancia entre suegros y nuera.
En dicha ocasión concurrieron en grupo y presenciaron el show en la misma fila de la platea, intercambiando charlas, incluso, en sus intervalos. De esa forma, Leunis consiguió ir dándole un contexto más formal a este romance, que nació cuando menos lo esperaba. Cosas del destino, claro.