Orientación para quienes no conocen la ciudad de Buenos Aires: ubicado en el extremo sur del entramado geográfico de CABA, San Telmo es uno de los barrios más tradicionales, turísticos y de mayor movida nocturna entre los barrios porteños.
Cuando no existían restricciones por el covid, su feria de la plaza Dorrego era un carnaval de gente de todos los orígenes. Esos domingos de multitudes comprando antigüedades, comidas y chucherías, por la calle Defensa costaba escuchar a alguien hablar en castellano.
De lunes a viernes, mientras tanto, cuando el sol se esconde se enciende la acción en decenas de restaurantes, bares y bolichitos que de a poco van recuperando el ritmo después de tantos y tantos meses cerrados por culpa del coronavirus.
Entre sus calles empedradas y sus edificaciones que conservan el estilo de arquitectura colonial, ente sus paredes coloridos y su clima siempre festivo, miles de personas olvidan penas y disfrutan de tomar un trago o cruzar una mirada, porque la vida es corta y hay que pasarla bien. A ese lugar y con esa intención fue Benjamín Vicuña en su primera salida como nuevo soltero.
Cuando la semana pasada transcurría sus últimos minutos, el galán trasandino sorprendió al anunciar que se había separado definitivamente de la China María Eugenia Suárez, la madre de sus dos hijos menores, Magnolia y Amancio. Según cuentan, los asombrados por su mensaje no fueron solo los millones y millones que le dan forma al ejercito que sigue su vida paso a paso, sino que hasta la propia actriz quedó en shock al advertir esa historia con la comunicación de su ex marido.
Marcelo Polino, amigo personal de la China, habló con ella y contó en su programa de Radio Mitre que la muchacha no esperaba semejante actitud de él. Siguiendo esa teoría, otros analistas de la farándula señalaron que la publicación se debió a un "momento de calentura" de Vicuña por algunos gestos de buena onda que encontró entre ella y el cantante Wos, que de inmediato fue señalado como el tercero en discordia y el culpable de la ruptura.
En un intento por borrar de su cabeza todas esas circunstancias dolorosas y traumáticas, o al menos ponerlas a un lado durante un buen rato, Vicuña se le animó a la noche de Buenos Aires y se acercó hasta San Telmo para aceptar la invitación que le había hecho un buen amigo, el tatuador Matu Bustamente, con la promesa de pasar un momento agradable y distendido sin la presencia de la prensa ni allí ni en las cercanías.
"Comieron en Sagardi, que es un rastaurante muy top, carísimo. El lugar tiene dos opciones: tapas en la barra que es sensacional. O adentro que sirven una carne de lujo, pero los precios son inaccesibles. En su época iban muchos políticos k", relataron en el lugar.
Igualmente, la salida trascendió primero por una foto que Angel de Brito publicó en su cuenta de Twitter y luego por una imagen que el propio Vicuña posteó en sus historias de Instagram, que se transformaron en la vía de comunicación preferida del actor chileno, hasta la semana pasada bastante reacio a manifestarse por allí.
Dicen que en breve volverá a las pistas, y conociendo su fama de Don Juan... habrá que agarrarse. ¿O será verdad eso que se arrepintió de la separación? Ya veremos, pero eso es otro capítulo de este culebrón...