De ese nudo extraño, con declaraciones controversiales, a una expedición romántica intensa. De los desplantes y las dudas a un cruzarse el océano para visitar tierras lejanas para escaparse de todo y de todas las miradas curiosas. Marina Calabró y Rolando Barbano crearon su espacio, su momento más íntimo.
En aquellas épocas convulsionadas, en las que el periodista no retribuyó galantemente el gesto de la comunicadora en los Martín Fierro, se filtró la información de un viaje a Inglaterra, que había diseñado, programado, coordinado y pergeñado la famosa para la pareja.
Pero en el medio se articularon momentos espinosos. Empero, la conexión se recuperó, la pasión se reactivó y Marina y Rolando se encauzaron en un lazo sentimental. Esa relación que coronaron con una especie de luna de miel, por las características de la profundidad de esas vacaciones.
El hermetismo se apoderó de esa escapada al Viejo Continente, apenas una foto capturada por un turista argento que los retrató caminando por esas calles. Por eso se tornó en un registro interesante el aterrizaje en el aeropuerto de Ezeiza. Ahí estuvo Paparazzi montando guardia.
CALABRÓ Y BARBANO VOLVIERON DE LONDRES
Apenas pisaron el suelo argentino, Calabró y Barbano agarraron todas sus maletas, enormes, con las que se trasladaron a la capital inglesa y emprendieron camino por los pasillos para subirse a un auto que los esperaba en la terminal aérea. En ese raid se pudo capturar imágenes de sus semblantes.
A las horas, la mediática periodista aportó unos pequeños destellos de lo que aconteció en Londres y contó: “La pasé hermoso. Todo divino, recorrimos, conocimos…hermoso. No se qué contarte”. En definitiva, Marina resumió la experiencia romántica y sostuvo: “Re lindo, fue soñado”.
Fotos: Movilpress.
