Parece que el pelo no es lo único largo que tiene Javier Milei. Cuidado: no hay que desviar la mirada ni los pensamientos. No hay que "pensar mal". Su otro atributo bien extenso y bien llamativo es la lista de mujeres que lo conocieron en la intimidad y comprobaron, entre cuatro paredes o donde sea, que el hombre de la melena más comentada del país efectivamente es un león. ¿Qué se habían imaginado, picarones?
Hace un puñado de semanas Milei dio un batacazo que dejó con la boca abierta a hombres y mujeres por igual. Otra vez, guarda: no se trata de un resultado electoral sino de su romance con Fátima Flórez, nada más y nada menos que una de las artistas más taquilleras, respetadas y queridas del país. La historia provocó asombro -primero- un escándalo con el ex de la imitadora -después- y muchas sospechas sobre su credibilidad por último.
Por supuesto que Milei y Fátima no les dieron bolilla a los comentarios y siguieron viviendo su "locura de amor" a todo galope. En una visita al programa de Mirtha lograron que la Legrand les dijera que son dos "raros". ¡Chocolate por la noticia! Unos días antes, una foto posteada por ella supuestamente por error mostró unas sábanas lilas totalmente mojadas. ¿Y eso? Mejor ni averiguar.
Antes de salir con Fátima, cuando empezaba a hacerse famoso ya de grande, Milei encaró otro noviazgo con una figura mediática. Un buen día, total y absolutamente de la nada, se presentó como el compañero afectivo (compañero afectivo sí, compañero peronista jamás) de Daniela, la cantante que alguna vez reconoció que disfrutó un amorío clandestino con Raúl Alfonsín, que para la democracia pudo ser el padre pero para ella fue algo mucho menos pomposo pero seguramente más divertido: el amante.
En el medio de las dos, o no se sabe bien, tuvo una historia escondida pero muy apasionada, todo parece indicar, con Lilia Lemoine, la "Cosplayer" (¿Qué?) que pretende entrar al Congreso (¿Quéee?) para proponer que los hombres puedan desistir de la paternidad de un hijo (¿Quéeeeeeee?) y que en una entrevista con Baby Etchecopar cofundió al 17 de octubre, el día de la lealtad peroncha, con la fecha de la muerte del General San Martín (Quéeeeeeeeeeeeeeeeee?). Será muy "libertaria", pero del "Libertador" mucha idea no tenía.
La Libertad Avanza, y el afecto y la pasión también: claro que el intercambio entre ellos no fueron los únicos que vivieron y que disfrutaron todo este racimo de gente que parece salida de un libro de Ray Bradbury. La semillita del fervor íntimo, ya sea tántrico o físico o el que gusten, fue desparramada con ganas por aquí y por allá alcanzando ámbitos impensados y actividades insospechadas. Y sí, se llenaron más urnas en ese batifondo infernal que en cualquier elección general.