Jamás saltó a la pista a competir contra el resto de los participantes, no tuvo que aguantarse las filosas devoluciones del jurado, escuchar al polémico trío de integrantes del BAR ni oír los rezongos de una coach porque se olvidó los pasos y los movimientos de una coreo. Sin embargo, puede decirse que Leticia Siciliani es la primera ganadora del Súper Bailando 2019. A puro desparpajo, simpatía y frontalidad, la hermana de Griselda se convirtió en una de las figuras centrales de Showmatch aun sin participar de la competencia.
Una noche acompañó a su hermana Griselda (que sí lo disputa, junto con Nicolás Villalba), y su particular y desfachatada forma de “enfrentar” y “ningunear” a Marcelo Tinelli se robó el interés del conductor y del público. La “pelea” midió, y su participación fue creciendo. En un momento se le insinuó a Florencia Jazmín Peña –bailarina de Nico Occhiato–, y lo que pudo ser una volcánica historia de amor la volvió a poner en el centro de la escena.
Pero ella misma se encargó de aclarar, recientemente, que “lo de Florencia Jazmín Peña un poco lo corté porque estoy empezando una historia y no quería generar confusiones. Voy de a poco, pero sí, estoy muy enganchada con alguien. No quiero exagerar, pero estoy con el corazón enamorado”. Flor, por su parte, aceptó de buena manera los piropos de Leticia, después ofreció los suyos, confesó que aceptaría una invitación a salir y finalmente se mostró un poco contrariada por la manera y por el argumento que Leti utilizó “para arrugar y echarse atrás”.
En un picante mano a mano que sostuvo con Catalina Dlugi en el programa Agarrate Catalina (sábados de 12 a 14 por AM 1110), la menor de las hermanas Siciliani contó también que “Digo abiertamente que soy lesbiana hace muchos años y lo digo con libertad y lo vivo con mucha felicidad. Se puede hablar de la sexualidad, por suerte. Si me dejara llevar por las redes, donde hay un montón de comentarios homofóbicos, no podría decir nada”.
Aun así, se tomó un tiempo para reflexionar que “en materia de conquistas y de derechos avanzamos, pero en la mente y en la cabeza de la gente lo que pasa es otra cosa y el odio está. Hay que educar. Los chicos vienen de otra forma, tienen otra cabeza, por suerte, pero hay gente que todavía se resiste. He sentido la discriminación, claro. Una vez estábamos en un colectivo abrazadas con mi ex novia y un señor que estaba con una nena nos pidió si podíamos parar, mi ex se puso a hablar con el hombre pero yo me re angustié y no me pude contener”.
Sobre su paso por Showmatch, contó que “la gente se toma bien mi bardeada a Tinelli. Ni lo conocía. No nos habíamos ni saludado. Y de repente se dio una complicidad muy natural. Voy cuando quiero, no formo parte del elenco. Me quieren para el año que viene, pero no hay nada arreglado. Lo que pegó fue como mostrar otra cara. Me ven en la calle y piensan que soy como en Showmatch y me después me dicen: ‘Ah, sos re simpática’. Me dicen que Marcelo es un cagón conmigo”.
¿Cómo se lleva con Griselda? “Somos fans la una de la otra. Nos miramos como con un babero. Ella tiene algo muy maternal conmigo. A veces veo los grabados y la veo como baboseándose conmigo”.