"No me quemés", acaso uno de los memes más usados de la actualidad tanto en Twitter como en el resto de las redes sociales, podria ser utilizado por Cristian Castro en este mismo momento por algo que contaron las chicas de Mañanísima, el picante programa que conduce Carmen Barbieri en Canal 13, acerca de sus comportamientos y actitudes "íntimas".
Allí, dos de sus panelistas mandaron al frente al cantante mexicano al revelar, sin pelos en la lengua ni medias tintas en las palabras, su costumbre más fea y más reprochable una vez que entra en confianza o con sus novias o con sus grupos de amigos. Ambas, una por lo que le contaron y la otra por haberlo vivido en persona, coincidieron en el relato acerca del comportamiento del intérprete de "Azul", que acaba de protagonizar una escándalosa separación de la cordobesa Mariela Sánchez.
"Conozco a alguien que salió con él, y que estuvo tanto en la Argentina como en Miami, porque viajaron juntos y creo que fueron a esa ciudad y no a México. Lo que me dijo está chica, a ver cómo lo puedo decir para no sonar muy fuerte, es que no hay otra manera de contarlo... lo que me dijo es que en un momento se tira muchos pedos" se dijo en el programa ante la absoluta sorpresa y el estupor más grande su conductora.
Fue entonces que entró en escena Majo Martino, que además de ser una periodista precisa y riguosa es, muchas veces, amiga de los famosos al punto de que comparte hasta salidas con ellos. Así, según contó, en algún momento formó parte de lo que podría denominarse como "el círculo cercano" del cantante nacido en el Distrito Federal de México.
LA HORRENDA COSTUMBRE INTIMA DE CRISTIAN CASTRO CUANDO ENTRA EN CONFIANZA CON NOVIAS Y AMIGOS
"Una vez -recordó Majo- él estaba de visita en la Argentina y nos dijeron que tenía ganas de salir de noche. Primero fuimos a un lugar a tomar algo. Y él se pidió jugó exprimido de naranja. Y tomó bastante. Bueno, todos saben cuál es el efecto que puede tener esa bebida en el estómago", anticpó Majo en una suerte de involuntario spoiler: todos imaginaban, más o menos, cómo terminaría eso. Pero fue peor de lo que suponían.
Majo redondeó su idea y dejó a todos, propios y extraños, con la retorcida mueca de "qué asco" en el rostro. "En un momento se nos ocurrió ir a bailar porque él también quería. Y bueno, me lo llevé a tequila. Cuestión que entramos todos al auto, yo fui adelante y él fue atrás, y estaban todas las ventanillas cerradas... de repente sí, empezó a tirarse gases y en un momento para dismular un poco bajo la ventanilla... en realidad la bajamos todos porque se puso espeso el asunto" tiró. ¡No me quemés!
