El amor apareció de nuevo en la vida de Luciano Cáceres, que sintió como el flechazo surgió en un ámbito inesperado, como una fuerza que lo atravesó y lo transformó todo. Así camina por las nubes en esta cotidianidad, embelesado con todo lo que borbotea en su ser.
El actor se enamoró de una joven instructora de yoga, una mujer joven que en el pasado se desempeñó en los medios de comunicación, más precisamente como cronista de LAM. Se llama Belén Riva Roy y a fines del año pasado la signaron como la mujer que estaba cerca de Luciano en el ciclo de Ángel de Brito.
No obstante, desde ese punto, Cáceres y Belén se mantuvieron con el perfil bajo, disfrutando de este periodo de conocerse, de profundizar en la conexión, esa que brotó en las clases de esta actividad espiritual y física y que los estimuló a ambos.
En los últimos días, el ex de Gloria Carrá posteó varias fotos de su destino para relajarse, un lugar en el país al que acudió para vibrar alto con la naturaleza, con las montañas, los lagos cristalinos y obnubilantes. El actor publicó su traslado a Bariloche.
Justamente en ese paraíso patagónico, Luciano se animó a corroborar que su compañera de travesía es Riva, dado que soltó muchas stories en las que se los ve juntos. Como una cena en un restaurante muy coqueto, con una foto de los dos levantando las copas.
Después, Cáceres capturó con su celular las bellezas de un espejo de agua, en el que se animó a meterse y nadar en ese torrente generalmente frío. En esa visita a uno de los lagos, el artista fotografió a Belén, con la mirada en el horizonte y la arrobó.
Hace unas semanas, al ser consultado por Ángel de Brito, Luciano optó por mantener la privacidad de su estado amoroso y apenas atinó a contarle: "Soy muy reservado y estamos muy bien. Te agradezco por preguntar".
Evidentemente todo marcha sobre rieles para Cáceres y Belén, que disfrutan de todo lo que los une, ese puente invisible que los imanta y la decisión de caminar juntos a la par por este presente soleado.