No se ocultan, ni procuran disfrazar lo que vibra en sus corazones. La conexión brotó naturalmente y decidieron regarla con sin tapujos, lejos de sucumbir ante las miradas ajenas o las opiniones externas. Luciano Castro y Griselda Siciliani se arrojaron con valentía al desafío de vivir su amor.
Los actores rompieron el cerco del silencio, cada uno a su modo, y salieron a gritarle al mundo que nadan en las aguas del embelesamiento. En primera instancia, la genial artista admitió ante los medios la veracidad del noviazgo, pero con palabras medidas, siempre con simpatía pero sin ahondar.
Ahora, Luciano quebró las presunciones y se animó a profundizar en diversos detalles, principalmente al iluminar el momento exacto en que comenzaron esta etapa sentimental. El actor especificó ese dato en su visita a Noche al Dente, donde lució cómodo para hablar de este romance.
Luego de unos minutos en los que el tema sobrevoló la charla, Fernando Dente le consultó: “¿Aceptó? ¿Le pediste ser su novio?”. Ese disparador estimuló a Castro a reflexionar sobre los rasgos particulares de esta relación: “No le pedí ser mi novia. No necesitamos esas cosas. No es que conocí a un chica y estoy empezando a vincularme”.
LUCIANO CASTRO CONFIRMÓ CUÁNDO EMPEZÓ A SALIR CON SICILIANI
Inmediatamente, Luciano ubicó el punto de inicio en una línea temporal y sorprendió al confesar: “Nos reencontramos en el cumpleaños de la Petterson (Carla) y pintó ir a cenar y ya”. El aniversario del nacimiento de la blonda fue el ocho de abril, es decir hace unos cuarenta días atrás.
Visiblemente suelto, el protagonista de decenas de éxitos añadió sobre Griselda: “Son años y años que venimos de conocernos. No es una chica más de mi vida. Me gusta la Tana, me gusta mucho”. Respecto a esa noche en casa de Petterson, Luciano añadió: “Nos pasa algo gracioso y es que nos encontramos grandes en un cumple de una amiga, de Carla, tuvimos la misma charla de los veintipico pero ya con hijos y cosas de las que nunca habíamos hablado. Siempre me gustó ella, me parece increíble haberme reencontrado después de 17 o 19 años”.