Malena Guinzburg viajó al sur con su pareja, Adrián, para celebrar sus dos años de amor. Y aprovechó el paisaje natural y el buen momento de la pareja para presentarlo en redes sociales. "¡Tarda en llegar pero al final hay recompensa! 2 años con el amor de mi vida".
"Se llama Adrián. Creo que empezamos a chatear un viernes y el domingo nos vimos. Fluía. Y me parece que eso fue lo diferencial. Para mí lo más saludable fue que no usaba redes sociales", contó Malena, apostando a su costado más honesto.
"Entonces yo no estaba pendiente de ver si me likeó, o de subir una foto para que le guste, o hacerme la interesante. Eso es re tóxico, porque una está analizando un mensaje durante horas o un like. Y como él no tenía redes, no hubo histeria”, recordó Guinzburg, sobre el inicio del vínculo con su amor.
"Pensé que el amor era pasarla para el orto, pero desde hace dos años descubrí que era todo lo contrario. ¡Tarda en llegar pero al final hay recompensa! 2 años con el amor de mi vida”, posteó la conductora radial junto a bellas postales que definen distintos momentos de la relación con su novio.
MALENA GUINZBURG RECORDO LA INTERNACION DE JOVEN QUE TUVO EN LA CLINICA DE CORMILLOT
"Tuve muchos problemas de peso desde que era muy chica. Una tendencia, y además comía mucho. El gordo dice ‘retengo líquido’ y no, ¡retenía licuado! Yo tenía un circuito de kioscos, porque me daba vergüenza volver a comprar al mismo”, confió la hija del recordado Jorge.
"Compraba de a tres cositas, pero no las escondía porque no llegaban a casa. A los 12 años, cuando pasaba del primario a secundario, me internaron en Cormillot. Además de lo estético, era por un tema de salud. Todas las mañanas te hacían hacer un análisis de orina para ver cómo venía todo, algo que habla muy bien del lugar, porque te controlaban médicamente cómo estabas. Había tráfico de orina. Yo era una boluda, sabés lo que hubiese vendido si lo hacía perfecto…”.
