Martín Baclini estuvo en la casa de Luciana Salazar. Después de la cena que compartieron el último sábado, el empresario se acercó al nuevo piso de la participante de La academia de ShowMatch. Luego de la velada en Gardiner, uno de los restó más exclusivos de Costanera Norte, Martín se subió a su auto y, en menos de cinco minutos, ya estaba en el Chateau Libertador, en Núñez, el costoso departamento al que se mudó Luciana.
Invitado a Los ángeles de la mañana, por El trece, Baclini contó qué hicieron con la rubia, puertas adentro, luego de hacer un resumen sobre cómo la encontró después de meses sin verse. “A Luciana la vi muy bien, súper bien, si… Ya terminó con casi todo de la mudanza, le faltan dos pavadas, nada más. Conozco su casa”, sorprendió Martín, al aire.
“Con el tema de la mudanza, de Matilda y de los ensayos, ella pensó que iba a ser mas tranquila La academia, esa es la realidad. Y de repente empezó que todas las semanas tiene que preparar doble coreo, y seguramente le cuesta mas porque no es bailarina”, justificó Baclini sobre las exigencias que estaría sintiendo su amiga.
“A su casa fui después de cenar. Tomé un café y me fui a dormir. Tomamos algo después de la cena, ella preparó los cafés, sí señor”. “Hizo todo excelente. Cinthia aprendió mucho en mi relación a hacer cositas pero lo hizo por amor. Después, no es su arma. Luciana come muchísimo…”, contó Martín, sobre el rumor que habla de que Salazar no come demasiado y preocupa su notoria delgadez.
“El otro día, por ejemplo, comió un salmón con papas fritas y, de postre, uno que se llama caprichoso o mimoso”, compartió Baclini, sobre el menú que Salazar eligió el último fin de semana, cuando compartieron una comida con otros dos amigos.
“¿Te da de comer en la boca? Digo, porque te da el cafecito pero no le da la papilla a la hija…”, le planteó Cinthia Fernández, su ex pareja, cual “escena de celos” en vivo. “Como me va a dar de comer en la boca. Qué es eso, no soy un bebé. No me da de comer en la boca”, retrucó Baclini.
