Antes del Wandagate, que encandiló todo escándalo de engaños e infidelidades, hubo otro, muy explosivo en su momento: el que tuvo como protagonista a Meme Bouquet, el marido de Mery del Cerro, quien fue señalado, básicamente, como un pirata serial en sus redes sociales.
“Las extraño dice… se cansó de gorrearla. ¿Cómo te da la cara para publicar esto, después de todas las mujeres que dijeron que estuviste con ellas en Mar del Plata?”, le comentaron en una foto de Instagram en la que Meme se refería a Mery y a sus hijas, Mila y Cala.
Sin embargo, a pesar de que al hombre le endilgaron mil y un romances en la noche bolichera, fue el nombre de Valentina Salezzi el que sonó muy fuerte como tercera en discordia entre el DJ y la modelo. Aunque Salezzi, consultada por Pronto, se apuró en negar todo y desentenderse del tema.
Y ahora, luego de que pasó agua debajo del puente, ¿cómo vive Mery del Cerro el día después de esta tormenta que amenazó con terminar con su relación? Según aseguró en una entrevista que brindó a Ciudad Magazine, no hubo tal crisis.
“Sí, la verdad es que cien por ciento nada que ver, yo nunca salí a decir nada porque sino es como meterte en algo innecesario. Todas las veces que dijeron lo de los rumores de ruptura y demás, son totalmente falsos, nunca pasó nada”, empezó Mery.
Y dio su versión de lo que pasó: “Meme trabaja mucho viajando, entonces hubo un momento este año que él se fue a Nueva York por trabajo, se quedó varado dos meses y ahí se empezó a decir algo de crisis y nada que ver”.
“Él no podía volver, estaba allá y después, él trabaja en la noche. Entonces, es muy fácil también hablar de eso, trabaja a la noche, viaja los fines de semana al interior y es muy fácil hablar cuando uno no sabe”, insistió la amiga de Paula Chaves y Zaira Nara.
¿Todo humo, entonces? Según ella dice, sí. Incluso la modelo se mostró dispuesta a tener otro hijo con Bouquet. “Nos gustaría tener uno más, capaz, porque Meme se muere de ganas de tener un varón”, indicó, si bien aclaró que el plan sería para más adelante, porque Cala, la menor, es muy chiquita y los dos están con mucho trabajo.