Natalie Weber es la esposa de Mauro Zárate desde hace ya más de una década. La pareja se conoció en el 2009, se pusieron de novios y luego pasaron por el altar en 2012. Juntos tienen dos hijos -Mía y Roco-, siendo una de las relaciones más estables dentro del mundo deportivo y mediático. Sin embargo, en medio de los varios años que llevan como parte de esta historia de amor, por momentos surgieron fuertes conflictos.
En una reciente entrevista que Natalie brindó a Infobae, la hoy panelista de Desayuno Americano recordó cuando una de sus mejores amigas quiso seducir a su marido tras encararlo en una fiesta. Lo particular de esta anécdota es que la modelo estaba presente en ese mismo evento, lo que derivó en una incómoda situación.
“Una amiga mía se quiso levantar a Mauro. Ella era muy divina, mis hijos le decían tía. Mauro concentraba mucho en Boca, no estaba nunca en casa, ni siquiera los fines de semana. Entonces, ella se quedaba a dormir en mi casa porque tenía buena onda con mis hijos...”, comenzó explicando Weber como parte de su relato.
Entonces Natalie percibió esta situación en particular: “Una vez vamos a una fiesta, estábamos ahí y yo veo una secuencia un poco extraña. Mauro ya estaba de mal humor porque estaba ahí, no quería ir. No quería bailar, no quería tomar, no quería nada. Estaba sentado medio con cara de pocos amigos y ella le hablaba un montón. Yo pensé que estaba flasheando, que me había pegado el champán”.
NATALIE WEBER RECORDÓ CUANDO UNA DE SUS MEJORES AMIGAS COQUETEÓ CON SU MARIDO
La modelo explicó que su amiga le hablaba mucho a Mauro durante toda la fiesta, hasta que en un momento, sin previo aviso, tuvo un peligroso contacto que encendió todas las alarmas: “Le tocó la entrepierna. Y yo me fui con Mauro. No le dije nada. Y en el auto, él me contó lo que ella le dijo. Le dijo que le gustaba mucho su sonrisa. O sea, le dijo ‘me gustás, ¿qué hacemos?’. “Y Mauro le respondió, ‘¿vos estás loca?’”.
Tras recordar con indignación ese momento, Natalie cerró su anécdota con una particular humorada fiel a su estilo: “Aplaudan. No sabemos si reaccionó así porque yo estaba ahí, pero no importa. Gracias, igual”.