Literalmente, de la pantalla a la vida real. Una chispa que brotó en la pista más famosa y que se transfiguró, con el tiempo, en una familia gigante y preciosa. Paula Chaves y Peter Alfonso configuran una pareja muy mediática, que todo el mundo vio nacer.
Desde las entrañas de ShowMatch surgió esta historia de amor, que se caracterizó por una intencionalidad muy vehemente de Pedro, que se arrojó al vacío en el programa más visto de la televisión para declararle su amor y tratar de conquistarla.
Eran otras épocas, pero ahí estaba Alfonso peleando por la atención de la modelo top, que arrasaba en esos años. Por su parte, el hoy actor apenas trabajaba como productor de la empresa de Marcelo Tinelli, con total perfil bajo y ahínco para desarrollar sus tareas.
Algo surgió en escena, y con la ayuda del conductor más famoso, Peter despertó intriga en Paula, que le abrió las puertas a conocerse, a salir a tomar algo, a hablar durante largas horas. Y poco a poco esa conexión se robusteció hasta configurarse ahora en una familia.
Claro que el presente maravilloso de Peter, que sigue como furor en Villa Carlos Paz con sus obras teatrales, dista de lo que acontecía en esos años iniciáticos de ShowMatch. Dos realidades diametralmente opuestas, en cuanto a fama y sobre todo a poder adquisitivo.
En las últimas semanas, Pedro recordó todo lo que remó en las primeras citas con Paula y confesó cómo se teñía su vida: “Era uno de los asistentes con sueldo más bajo, igualmente, en esa época se manejaban otros montos. Con lo que ganaba vivía bien, después pasé a productor de piso, éramos tantos que había que ganarse el puesto y encontrar un lugar mejor”.
Claro que lo financiero nunca fue su fuerte, por eso el actor contó: “Debo admitir que no soy el mejor para los números y los contratos, me gusta más lo creativo, el humor y los contenidos”. Y en ese contexto, Peter decidió ir a fondo con Chaves, jugársela por las emociones que vibraban en su interior.
Así relató las circunstancias que lo ponían en una posición algo incómoda: “Cuando me puse de novio con Paula mi mamá me prestaba el auto y estaba bastante roto”. Impensado si se compara con esta coyuntura.
Y finalmente, Alfonso se animó a exteriorizar los miedos que lo abordaban por estar algo lejos en lo económico con respeto a Chaves. “A veces no sabía si me iba a alcanzar el dinero para llevarla a un buen restaurante. Pero ella era feliz si paraba con el auto en un lugar de comida rápida”, expresó.
