El mito nació en 1998 y al día de hoy, dos décadas y pico después, es una de las leyendas faranduleras más duraderas y confiables de la historia. Para todo el mundo, Pablo Echarri terminó su tumultuoso noviazgo con Natalia Oreiro porque ella había sido infiel con el por entonces poco conocido Ivan Noble. En el medio de un escándalo por la famosa "metida de cuernos", pusieron punto final a su historia de amor.
22 años más tarde, el periodista Augusto Tartúfoli dio a conocer una nueva y quizás más divertida versión de aquella ruptura que hizo hablar durante mucho tiempo a la prensa. Entrevistado por Pilar Smith en el programa El Espectador, que la rubia conduce junto a Pía Shaw y Angel de Brito por CNN Radio, habló de dinero y no de engaños como el disparador de la crisis.
"En aquel momento sucedió lo siguiente -recordó el popular Tartu, siempre bien informado, picante y didáctico a la hora de dar a conocer las chanchuyos de los famosos- Echarri había juntado un dinero y parece que era un "canuto" que no quería compartir con Oreiro. Pensemos que eran otras épocas y que si bien empezaban a ser primeras figuras, ninguno de los dos cobraraba las millonadas que pueden cobrar ahora".
Según Tartúfoli, "Echarri puso la guita, que para algunos eran 5.000 dólares y para otros eran 30.000, en una caja de patitas de pollo que guardó en el freezer. La dejó ahí a la espera de que llegue el momento de usarla. El problema se dio un día que fueron al supermacado"
"Estaban recorriendo las góndolas cuando pasaron por la de los congelados. Ella le preguntó "¿llevamos patitas de pollo?" y él le respondió "sí, lleva porque las que están en casa están podridas", pero esa frase que le dijo para despistarla le terminó saliendo mal" contó.
"Un par de días después -definió Tartu- ella se acordó de los que le había dicho él, fue al freezer y agarró la caja de patitas de pollo que supuestamente estaban en mal estado y la tiró a la basura. No le llamó la atención el peso porque estaba congelado y quería tocarla lo menos posible".
"Cuando se enteró, él se quería morir. Se puso como loco y le agarró una angustia tremenda. Ese fue el verdadero motivo de la separación de ellos. Incluso, cuando se lo recordamos a Natalia en alguna nota ella se mata de risa. Y bueno, no sólo pasó mucho tiempo, sino que los dos ganaron mucho más con todo lo que vino" remató el periodista.
Y bueno, ya se sabe. De los cuernos -y de perder guita alguna vez- no se salva nadie.