Todo era felicidad, pasión y armonía. La vida de Oscar González Oro (67) transitaba por los carriles del amor desde el primer día que conoció al actor Mauro Francisco. Las postales románticas eran moneda corriente e incluso, en junio, afrontaron el desafío de comprometerse. Sí, le habían dado un marco legal a la cuestión. Un mes más tarde la pareja se disolvió, y con la ruptura el mundo se le vino abajo al periodista.
Fue Mauro quien tomó la decisión de terminar y continuar por caminos separados. El Negro insistió, trató de recomponer lo que ya estaba roto, y no hubo caso. “Dicen que el alma suele saber cómo hacer para sanar. En mi caso, mi alma no sabe qué carajo hacer”, había dicho tras la separación. Según contó la periodista Pilar Smith, fue tanto lo que le provocó a Oscar este desamor, que tuvo que bloquear a su ex de todas las redes sociales para no entrar a ver sus fotos, sus videos, el día a día…
Desde entonces no encuentra consuelo y se apoya en su trabajo, en su programa, Negro y regreso, en Radio 10, para tratar de salir adelante sin derrumbarse. Lo que le generó el romance con Panchito, seguramente no lo vivió con nadie. Dicen que mientras está al aire, acompañado por sus oyentes, es cuando más sonríe y disfruta. Mantener la mente ocupada y no pensar en esa persona que lo dejó parecen ser la receta para seguir de pie.
Sus amigos lo ven abatido y hacen hasta lo imposible para intentar levantarle el ánimo. Incluso, en las redes sociales habló con el corazón de lo que le provoca el fin de semana, cuando él y la soledad se miran cara a cara en el umbral. “El puto fin de semana no es lo mejor que me pasa. Prefiero la rutina semanal”. Dale gas, Negro…
¿CUERNOS? El periodista y el actor vivieron un apasionado romance, que se terminó de manera abrupta. En los tiempos que estaban juntos, Panchito solía darse una vuelta por la radio para ir a verlo. También lo llevó a la cancha.
