Para Wanda Nara, Mauro Icardi se mandó una grande. Gigante. Y la chica se lo hizo saber. ¡Y de qué manera! Todo empezó el sábado 16 de octubre, en París, cuando se estaban por ir al baby shower de una amiga de la pareja. Ella le revisó el celular y vio lo que nunca quiso ver: textos con Eugenia la China Suárez.
De inmediato voló un mate, que costó sacar bastante las manchas de la pared de la mansión que comparten en las afueras de París. Y, a las pocas horas, ella eligió irse a Milán con sus dos hijas más chicas (Maxi López se quedó a cargo de los varones). Desde ese momento empezó el operativo para reconquistarla de parte del delantero del PSG.
Pero, ¿qué fue lo que le hizo cambiar de opinión a Wandita, aun cuando los abogados ya habían recibido las instrucciones para el divorcio. Ella misma lo contó en el posteo donde blanqueó la reconciliación: una carta de amor que el propio Icardi le hizo llegar de puño y letra.
“Las fotos que fui subiendo los últimos meses muestran lo bien que estábamos y lo felices que éramos. A partir de lo sucedido, quede muy herida. Cada día le pedí a Mauro el divorcio. Cuando él se dio cuenta que no había marcha atrás, me dijo que no podíamos seguir así”, comenzó con sus habituales errores de ortografía.
“Me dijo que si separarnos era la única forma de poner fin a tanto dolor, que lo hiciéramos. Fuimos al abogado. En dos días Mauro aceptó todas las condiciones y firmamos el Acuerdo. Al día siguiente me escribió una carta como nunca nadie me había escrito jamás: “Te di todo y tenes todo, ojalá puedas ser feliz porque eso me haría feliz a mi”, le puso.
“Y ahí me dí cuenta de algo: que teniendo todo no tengo nada si no estoy con el. Estoy segura que este mal momento que atravesamos nos fortalecerá como pareja y como familia. Lo importante es que los dos tuvimos la libertad de ponerle fin a nuestra historia de 8 años, pero con el alma cansada de llorar, libremente nos volvimos a elegir. Te Amo”, reconoció la buena de Wanda. ¡Qué lindo es el amor!
