El cuerpo expresa lo que el alma siente. Expertos en psicología y medicina sostienen que las dolencias son, nada mas ni nada menos, que reflejos de lo que ´pesa” en el corazón y en el cerebro. Y a la China Suárez le hicieron mella las preocupaciones que tenía sobre su realidad amorosa.
A horas de confirmarse, su separación de Benjamín Vicuña en propias palabras del galán chileno, quien fue su pareja de los últimos cinco años y con quien tiene dos hijos, Magnolia y Amancio, se conoció que María Eugenia venía padeciendo las diferencias, desencuentros y problemas que había puertas adentro de su casa.
Fue en Los ángeles de la mañana, por El Trece, que Majo Martino -en su rol de panelista invitada- contó que la China había empezado a sufrir reiteradas migrañas, fuertes dolores de cabeza que la perseguían, y contracturas corporales por somatizar la triste etapa que venía transitando y que finalizó hoy, con un comunicado "oficial".
Por eso, y con ganas de solucionar esos malestares que se le evidenciaron el cuerpo, es que la actriz decidió empezar a hacer yoga para así lograr que su cuerpo y su mente se relajen. Y también empezó a meditar. Lo necesitaba, es lo que le recomendaron y lo que aceptó.
Incluso ahora, en sus redes sociales, ella comparte las clases de entrenamiento físico y mental que son uno de sus grandes “salvatajes” por estos días en los que la decisión del distanciamiento se concretó, aunque se venía gestando hacía casi un año.
“La idea de la China es priorizarse por completo. No solo desde lo profesional -viajará al exterior para trabajar en una película- sino también desde lo personal. Por eso es por lo que arrancó con yoga y meditación, para enfrentar las molestias corporales que venía teniendo”, contó Majo Martino en LAM. Vida nueva, procesos y etapas para cerrar y cambio de actividades que, al parecer, le están sumando mucho a la ex de Vicuña quie, también, está dedicada a remodelar su nueva casona.