5222 personas le dieron me gusta. 125 dejaron su comentario halagador. Una, por lo menos, tuvo una sensación diferente y cuanto menos rara, extraña, desconcertante: Walter Riveros, el marido de Lali González, el hombre que "la banca" desde Paraguay mientras ella graba en Buenos Aires y la rompe toda en la televisión argentina, quedó medio patas para arriba cuando se encontró con la imagen de su mujer dándose un beso con Leticia Bredice en la agitada noche porteña.
Lali y Leticia son compañeras en la ficción La 1-15/18, que con bastante suceso flamea la bandera del 13 en la desigual pelea por los porotos del rating que libra todos los días contra Telefe. Las jornadas de grabación de una tira, se sabe, son intensas y sobre todo extensas: pueden alcanzar las 9, 10 o incluso 12 horas de duración. Muchas veces el tiempo libre sobra. De ahí que en los camarines pase de todo. Desde amores hasta odios. Desde amistades hasta peleas. Desde buenas ondas hasta maldiciones.
Con el correr de los días, las semanas y los meses, Leticia y Lali se fueron relacionando y se permitieron conocerse en profundidad. Considerada la más charlatana y vivaz del elenco, la actriz nacida en Asunción despertó en sus compañeros, pero sobre todo en Bredice, una simpática curiosidad y el fervoroso deseo de concretar un acercamiento. Rápidamente hicieron buenas migas.
"La noche está para ser disfrutada" dicen algunos que prefieren asomar el hocico cuando baja el sol y las estrellas y la luna se apoderan del cielo para iluminarlo, y en ese tren salieron Letu y Lali los otros días. Sentadas a la mesa de un bar hubo charla, abundancia de risas, gestos cómplices y un pico que coronó la escena y que fue a parar, casi sin escalas, a la cuenta de Instagram de Bredice, donde tres dedicatorias fueron elocuentes: La primera, "te amo". La segunda, "tesoro de mujer, te amo". La tercera, "vida". Lali respondió con un contundente "Te amo, amiga, para siempre. Cómo te voy a extrañar".
Mientras los "me gustas" y las consideraciones elogiosas se multiplicaban, en Asunción la sensación era otra. Por lo menos de sorpresa. El que la expresaba era Walter Riveros, el joven empresario que está casado con Lali desde hace 5 años. Tienen una hija, Renata, que extraña estar con los dos. La actriz y el hombre de negocios contrajeron enlace a orillas del mar en Florianópolis, Brasil, en una muy particular boda que prácticamente paralizó al país vecino, donde ella es una queridísima figura desde que protagonizó la película "7 cajas".
La ceremonia se desarrolló en la iglesia de San Antonio de Lisboa, en una bellísima zona conocida como "Praia Brava". Una semana antes habían dado el sí en el Registro Civil de Asunción. Habían estado seis años de novios. El es un promisorio y pujante empresario que debió quedarse en su país para atender sus compromisos laborales. Ella, que también es abogada, está en Buenos Aires y pasea, disfruta, la pasa bien. Sola o en compañía, como en este caso con la Bredice. La ley de la vida.