No se trata de una decisión fácil. Armar la valija y partir, irse lejos de las raíces para probar suerte en busca del amor no es para cualquiera. Sobre todo si los afectos quedan anclados en la tierra de origen, esa misma que pasará a estar a miles de kilómetros de distancia una vez que el avión llegue a destino. Celina Rucci (43) decidió apostar, con el propósito de sentirse amada y de creer que en Estados Unidos estaba su gran chance de encontrarse con el hombre que soñó para esta etapa de su vida.
La exmodelo ya lleva un largo trecho recorrido en soledad. Al margen de ciertas relaciones esporádicas, algunas de ellas de cierta duración, pero todas con fecha de vencimiento, Celina consideró que había llegado el momento de jugarse las fichas para, de una vez, llenar el vacío. Convencida, se atrevió a cortar el cordón genealógico y se instaló en Norteamérica para vivir con un médico que, al parecer, la terminó conquistando a la distancia. Se sabe muy poco del profesional que se adueñó de su corazón. Casi nada, diríamos.
Sólo que es argentino, que charlaron por primera vez personalmente en Buenos Aires y que sería el responsable de haber operado de la columna a Daniel Vila, dueño de multimedios América. Precisamente en el canal de Palermo estaba trabajando Celina, quien al momento de marcharse renunció a su lugar como panelista en Incorrectas, el programa que conduce Moria Casán.
“Hola, amores, quiero compartir con ustedes que me acabo de despedir de mis compañeras de Incorrectas con todo el amor del mundo. Fue un trabajo increíble, gente maravillosa a la cual voy a querer toda la vida. Voy a aprovechar la oportunidad que se me dio para estudiar, algo que tengo pendiente hace muchos años. ¡Gracias por tanto!”, fue la explicación de despedida que eligió Celina para informar a sus seguidores sobre la determinación de trasladarse a Nueva York.
En esa ciudad yanqui, aparentemente, la esperaba Federico Girardi, un facultativo especializado en enfermedades degenerativas de columna. Nacido en Rosario, Girardi se radicó en Estados Unidos hace años y Celina, separada y con su hijo Uciel ya de 24 años, fue directo a sus brazos. Obviamente, desde allí intenta mantener un contacto fluido con sus dos hijas adoptivas, llamadas Daniela y Noelia, ya mayores de edad también, que desembarcaron en su vida mientras Celina era la mujer de Claudio Minnicelli, cuñado de Julio De Vido y actualmente preso.
En Estados Unidos la exchica Playboy puso la mesa patas para arriba. Se la jugó por amor y con el paso de los días va percibiendo una grata sensación: la de haberse animado a tomar una decisión difícil, de esas que otras, por los altos riesgos, prefieren evitar.