"Es una montaña rusa de emociones". La frase, que se utiliza para definir vidas muy intensas, súper agitadas y mega frenéticas, le queda chica a Ricardo Centurión: sus experiencias son tan fuertes y cambiantes que su vida es directamente un parque de diversiones entero. Con los altos y los bajos que eso representa. Después de empezar el año sufriendo la repentina pérdida de su novia por una fulminante crisis cardíaca y a poco de ser noticia por participar con tres compañeros de una "fiesta privada" que terminó con una denuncia de abuso contra otro hombre, el actual delantero de Vélez anunció que será papá con su actual novia, Jenifer Lauria. El es conocido. Ella no. Hasta ahora.
Jenifer es una muchacha que nunca pierde la sonrisa, ni siquiera en los momentos difíciles o cuando hay que tomar decisiones y aparecen nervios y preocupaciones, y que conquistó el indomable corazón de Ricky en gran parte gracias a esa cualidad: al futbolista de Vélez se le iluminan el rostro, el espíritu y el corazón cuando la ve de buen ánimo frente a todas las circunstancias.
Jenifer tiene 27 años, es morocha, de dulces ojos claros y medidas y curvas muy elogiadas por hombres y mujeres en Insta. Para no perder el anonimato puso su cuenta como "privada".
Un día, entonces, Centu sintió las mismas ganas que manifestó cuando se jugaba el Mundial de Rusia en 2018 y no había sido convocado por Sampaoli: le dieron ganas de pisar la pelota, olvidar los dolores y las cuitas del pasado, y "encarar", como puso en un tuit que molestó a todo el mundo del fútbol. Pero esta vez no a un robusto defensor con ganas de quitarle la pelota y reventarla de puntín, sino a esa muchacha de pelo lacio, ojos claros y brillantes y la sonrisa eterna para pedirle que lo acompañe a tomar algo.
Jenifer tiene 27 años y es una chica de medidas y curvas muy llamativas. Antes de poner "en privado su cuenta de Instagram", una de las primeras medidas que intentó para preservar el anonimato -algo que no le resultará sencillo dada la altísima exposición de su pareja- eran frecuentes los comentarios elogiosos a las fotos que subía. Hombres y mujeres por igual destacaban su belleza.
Pero por fuera de las redes sociales, Centurión sentía otra cosa. Ese latir del corazón más agitado cuando veía a la morocha no tenía que ver con un "posteo de insta" sino con un sentimiento que se le estaba generando en las profundidades de su personalidad tan misteriosa y cuestionada desde que jugaba en Racing, su primer club.
A lo largo de su carrera, Centurión protagonizó un sinfín de escándalos tanto adentro como afuera de las canchas. Hábil, guapo, goleador, desequilibrante y medio "canchero" con la pelota en los pies, se peleó con los hinchas de Racing cuando fue vendido al exterior. "Vos vas a seguir ganando dos mangos y yo me voy a cobrar millones" le escribió a un fana de la Academia en Facebook, la misma red social donde había posteado fotos manipulando armas de fuego.
En Europa no le fue bien, y volver a Racing le permitió salir campeón con el club donde se forjó. Pero después se fue a Boca, y la "Guardia Imperial" no se lo perdonó. Para colmo, dijo que "era un sueño" jugar en el cuadro de La Ribera y la relación se puso más tensa todavía. Mientras jugaba para los "Xeneizes" fueron noticia tanto sus habilidades en los campos de juego como sus andanzas nocturnas. Protagonizó peleas, accidentes automovilísticos y hasta discusiones con policías.
La solución fue una nueva excursión por el extranjero, esta vez en México. Una tercera etapa en Racing quedó trunca al enfrentarse públicamente con el entrenador de entonces, el Chacho Coudet. Fue allí que pasó a Vélez. La inesperada muerte de su novia, Melody Pasini, y la acusación de que participó en una fiesta clandestina donde una mujer denunció que fue abusada por un hombre que aún está prófugo lo devolvieron a las páginas extra deportivas.
Los errores de ortografía de Centurión no desdibujaron sus sentimientos al contar que será papá por primera vez: "Hoy lo hago público por que me explota el corazón de felicidad voy hacer papa por primera ves siento muchas cosas y son tosas alegrías, te voy a cuidar y amar toda mi vida tantas cosas me pasan por mi cabeza pero el amor que siento por vos tapa todo ese dolor". Faltarán acentos, comas, puntos, signos y escasearán las palabras bien escritas, pero sobran amor y cariño en sus frases. Y eso es lo que cuenta.
Después, habló de ella, de Jenifer, de esa morocha que siempre sonríe y lo sigue más de cerca que zaguero contrario. "Gracia a mi familia por estar siempre y a vos Jenifer Lauria por estar cada día y bancarme estoy seguro que vas hacer una mamá excelente juntos vamos a iniciar un nuevo camino juntos por nuestra familia" puso, y terminó con el emoji de un corazón colorado.
Golazo, Ricky. Celebren y disfruten con Jenifer.