Guillermo Marín nunca se va a olvidar del 2020. No sólo por la pandemia, sino porque el productor abrió el año con un tremendo accidente en la ruta que lo dejó meses inmovilizado, y lo cerró conociendo a Natalia Gómez Gesualdi, su nuevo amor.
“Es un flechazo de amor sanador”, aseguró Marín a revista Caras, donde presentó con una sesión de fotos a la joven nacida en Río Gallegos, que es modelo, actriz de tele y teatro y hasta fue elegida reina de belleza en sus pagos santacruceños.
El ex de Valeria Archimó realmente tiene motivos para sonreírle a la vida, porque casi la pierde en enero del año pasado, al salvarse de milagro cuando su vehículo volcó y se incendió camino a Mar del Plata. A la lenta y dolosa recuperación le siguió el parate de la industria del espectáculo, un drama económico que dejó su huella.
Pero todo cambió cuando, de a poco, Guillemo pudo remontar carrera con sus proyectos personales y, mejoró aún más cuando, finalmente, se cruzó con Natalia en las calles de su barrio, Las Cañitas. La atracción entre los dos fue tal, que al poco tiempo se mudaron juntos.
“Nati y mi hija se llevan de maravillas”, dijo Marín a Caras sobre cómo es la relación con Ámbar, la nena que tuvo con Archimó. “Guille es cerrado para el afuera, pero en la intimidad, con su hija y conmigo, es una ternura. Ya estamos todos ensamblados, a Ambar la amo. Él se va a trabajar y yo me quedo con ella”, agregó la joven.
“Con Guillermo ya hicimos viajes juntos. Nos encontró el amor. Me cautiva su seriedad, sus ojos rasgados, la forma de vestirse, la manera de hablar. Es un hombre muy interesante”, aseguró Nati, hechizada de amor.
Modelo de ropa interior y la cara de una marca de cosméticos, Gómez Gesualdi estudió actuación con Lito Cruz y Augusto Fernández, hizo teatro e incluso se la vio en la serie de Adrián Suar, Chueco en línea.
“Es una compañera ideal de vida", aseguró el productor, que dijo que los últimos desafíos “lo sacudieron mucho”. “La separación, el accidente y la pandemia permitieron reinventarme. Y la aparición de un nuevo amor hace que me sienta fuerte en lo emocional”, indicó.
Marín cree que este romance lo equilibró. “Aunque bajar un cambio para mí es muy difícil: yo voy siempre a 360 km por hora. Pero me armonizó, voy a gran velocidad viendo un paraíso y lindos paisajes. Antes solo veía cemento”, cerró, feliz en esta nueva etapa.
