Falta cada vez menos para que Florencia Peña se case con Ramiro Ponce de León. Por esa razón, mantuvo una reunión con Claudia Villafañe, encargada de la organización del evento, para avisarle que hay algo que no puede faltar por nada del mundo.
Florencia y Ramiro se conocieron hace nueve años y, desde entonces, fueron construyendo una romántica historia de amor. El abogado trabaja en Salta, de donde es oriundo, y Flor tiene su vida en Buenos Aires.
Si bien el arranque de la relación fue a distancia, nada impidió que el amor creciera a pasos agigantados, a tal punto de que antes de cumplirse una década en pareja decidieron ponerle un marco de legalidad a su amor.
Sin ir más lejos, falta poco para que llegue ese día, ya que la cita será el sábado 19 de noviembre. Con la cercanía de la fecha, van saliendo detalles a la luz. Por lo pronto, la actriz contó que van a hacer dos fiestas: una en Salta y la otra en la Ciudad de Buenos Aires.
Asimismo, Florencia Peña contó hace tiempo que la wedding planner será Claudia Villafañe, con quien se juntó en las últimas horas para comenzar a pulir detalles de lo que será un evento a todo trapo.
En ese sentido, Florencia le dejó en claro qué es lo que no puede faltar en ese gran día. Lógicamente, Claudia Villafañe tomó nota al detalle para que todo quede a la perfección según el pedido de los novios.
Ahora bien, ¿de qué se trata eso que no puede faltar de ninguna manera en el casamiento de Florencia Peña y Ramiro Ponce de León? “Lo más importante de la fiesta es el cotillón. No es que la gente llegue a Salta, ni que vuelva la gente. Es el cotillón”, remarcó.
“No puede faltar en gran cantidad”, enfatizó Flor Peña sobre la organización del casamiento, que tendrá dos festejos. El foco estará puesto en ese detalle, para que la fiesta tenga otro color. Incluso, indicó que le gustaría, sobre el final, que todos terminen con la camiseta de la Selección Argentina por la cercanía del comienzo del Mundial.
