Un claro ejemplo para reivindicar a los que suelen “ganar” en la conquista sin depender de unos abdominales bien marcados y de un par de ojos cautivantes. El secreto, evidentemente, pasa por otro lado. Por la simpatía, por la inteligencia y, por qué no decirlo, también por el chamuyo. Rodrigo Noya jamás está solo.
En cada salida pública suele verse bien acompañado. Mejor dicho: ¡muy bien acompañado!. ¿Qué pretendemos decir con esto? Que el actor, pese a no pertenecer al selecto grupo de los denominados “galanes” del espectáculo argentino, evidentemente no tiene mucho para envidiarles a los Gonzalo Heredia ni a los Mariano Martínez. Porque cada dos por tres aparece presentando una nueva novia, con la particularidad de que a todas las une el mismo denominador común: la belleza.
Sí, el “marginal” esconde algo. Un secreto, un arma que lo invita a sentirse capaz de enamorar a todo lo que se proponga. Incluso, Rodrigo también es de pocas pulgas cuando nota que a lo largo de un romance su corazón ya no es feliz. Y corta por lo sano, charlando la situación y dándole un corte definitivo en caso de ser necesario. Total, sabe que en cualquier momento la vida le pone por delante un nuevo amor.
Por lo pronto, sigue al lado de Martina Scigliano, a quien conoció en diciembre del año pasado. Hasta hora van seis meses de pura felicidad, aunque sin planes de convivencia, por el momento. “Con el único que comparto mi casa actualmente es con mi hijo, Benjamín”. Veremos si en un futuro sigue pensando lo mismo. Capaz que, de una vez por todas, alguien se queda en su lecho por tiempo indeterminado.
Rodrigo Noya y su pareja