El conflicto mayúsculo creció escalonadamente y tras hilvanar capítulos espinosos se transformó en una guerra mediática, sin tregua, entre dos mujeres por acusaciones cruzadas. Sabrina Rojas y Flor Vigna construyeron un enfrentamiento muy filoso en las últimas semanas.
El origen de la pelea se centró en la separación de la bailarina de Luciano Castro y principalmente en las declaraciones públicas en las que señaló a la actriz, la ex esposa, como la culpable de esa ruptura. Luego de acudir al silencio, Sabrina se cansó y rompió el silencio y así se creó una confrontación.
Esa batalla se terminó, dado que las dos rubias se animaron a tener una charla, que ambas definieron como sanadora. Respecto a las características de ese diálogo privado, Sabrina arrojó detalles en su visita al piso de LAM, donde ahondó en pormenores de esa llamada íntima con la ex Bailando.
En primera instancia, Rojas reconoció que la conversación tuvo sus momentos de alta tensión y rispideces: “Hablamos, estuvo bueno. Empezó picante primero la cuestión y después logramos entendernos. Lo conseguimos”. E incluso admitió una duración extensa: “Hablamos como una hora y media”.
SABRINA ROJAS CONTÓ QUE LA CHARLA CON VIGA ESTUVO PICANTE
Ángel de Brito acudió a su fina ironía y le preguntó: “¿Por qué los separaste?”. Así, Sabrina expresó: “Cuando lo escuché casi me muero. Me pareció un montón. No quiero entrar en detalles. Cosas como que llamaba justo cuando ella estaba con Luciano. A mi no hay cosa que me convenga más que Luciano sea feliz, si es con ella o con quien sea”.
Y sobre esa idea de una responsabilidad en el quiebre del noviazgo de Flor y Castro, la actriz reconoció: “Entendí la sensación que tenía ella de que yo era la culpable”. Y añadió algo de claridad de la lectura equivocada de Vigna: “Era como un teléfono descompuesto”.
