El hotel de los famosos continúa con su devenir, con la sinergía de encontrar su rumbo, su formato en esa convivencia de varias celebridades en el interior de un alojamiento de lujo. Y entre las experiencias que brotan de ese encierro, se destacó la química entre Melody Luz y el cocinero Santiago Albornoz.
El chef, que participó durante varias temporadas en El gran premio de la cocina, despertó un deseo en la bailarina, que lo visita constantemente en su puesto de trabajo, le da charla e incluso le manifiesta abiertamente su intencionalidad de entreverarse en unos arrumacos.
Esta semana se mostró al aire el instante en que Melody y Santiago se fundieron en unos apasionados besos, en ese baile sin filtros donde se soltaron a escuchar sus impulsos y protagonizaron un episodio distintivo del reality. Pero la particularidad se centra en el estado civil del ayudante de Cristian Petersen.
El hombre que posee la capacidad de la alquimia culinaria transita por una relación de pareja, aunque con ciertos acuerdos. Por eso, la tensión se focalizó en la reacción de su novia al divisar semejante intimidad con Melody. El propio cocinero se animó a narrar todo en el debate.
En cuanto a su elección de relaciones, Santiago contó: "A mí me pasó, con mis relaciones anteriores, darme cuenta que me cuesta mucho mantener una relación que sea solamente estar con una persona. Y eso fue lo que se habló (con mi pareja) desde el día uno”.
Aunque este rasgo de su cotidianidad no había salido a flote en el programa hasta este momento, por eso Albornoz explicó: “La verdad es que no lo expresé en el Hotel porque no era cuestión de entrar y decir ‘che, tengo una relación abierta’ porque no me pareció correcto".
La charla con los encargados de desarrollar el análisis del reality derivó en conocer cómo se lo tomó su pareja. Por eso, el chef narró: "Mi novia sabe y sabía que esto es algo que podía pasar en la televisión. Obviamente, a ella no le gustaba mucho porque en la televisión se ve en todos lados. Si pasa en un boliche, no se entera nadie".
Y además, Santiago valoró la energía de Melody, que rompió con los estereotipos y lo avanzó sin tapujos. "Estamos acostumbrados a que sea el hombre el que avance. Es un prejuicio, pero creo que estamos acostumbrados a eso. Y a mí me impactó que se me tire todo el tiempo", confesó.