Y, un día, a Pampita se le descorrió el velo que le impedía ver quién era realmente Roberto García Moritán: un encantador de serpientes que la hechizó con promesas de amor, una familia perfecta, un supuesto buen pasar económico y con quien se casó a tres meses de conocerlo.
Pampita le perdonó todo: las reiteradas infidelidades que descubrió a la vuelta de sus viajes de trabajo. También, que su marido aportara poco y nada para mantener a la familia y a su costoso tren de vida. Pero hubo un límite que hizo despertar a la modelo y no fueron los cuernos sino la lista de escándalos políticos que Moritán se anotó en el Gobierno de la Ciudad.
Lo cierto es que en estos últimos días, Pampita se fue enterando que el funcionario de Jorge Macri con quien tiene una hija está, literalmente, más sucio que una papa, cubierto de denuncias en la Legislatura porteña por corrupción, nombramientos ilegales de ex empleados de su restaurante. Y, además, acusado de “vago”.
“Las denuncias fueron el detonante del final. Buena fuente”, anticipó Ángel de Brito en Twitter, antes de que Yanina Latorre se explayara a la noche en LAM sobre esta novela en la que el temor de verse involucrada en la rosca política llevó a Pampa a llamar a Burlando de inmediato para acelerar los papeles de divorcio.
LA PREOCUPACIÓN DE PAMPITA EN MEDIO DE SU DIVORCIO DE MORITÁN
“Ella está muy preocupada por la parte económica, pero también por el escándalo político”, aclaró Yanina, luego de contar que Moritán aportaba apenas el 10 por ciento a la manutención de su hogar, un dinero que no provenía de su trabajo sino de ganancias familiares.
“Él se fue de todas las sociedades, vive del holding que tiene su familia, Pampita se bancó los cuernos, pero cuando empezó a ver la corrupción política, se asustó y le pidió el divorcio”, señaló la angelita y sumó: “A ella la contratan las mejores marcas y hay algunas que no quieren quedar pegadas”.
Además, Latorre agregó un problema extra que podría tener Ardohain en caso de que escale el escándalo político de su todavía marido: “A Pampita le pueden allanar la casa. Si la Justicia entra a su casa y encuentra algo, queda pegada”.