Los rumores crecen con el transitar de las semanas y toman mayor corporeidad. La historia que refiere a una crisis honda y galopante en la pareja de Marcelo Tinelli y Milett Figueroa se alimenta en detalles que germinan de las entrañas. Todo parece indicar que el noviazgo atraviesa una etapa terminal.
Las versiones cambiaron de estatus y adquirieron tenor de confirmación, principalmente de la mano de Yanina Latorre, quien aseguró, en reiteradas ocasiones, que el conductor y la bailarina ya no caminan de la mano y que esa pareja se diluyó para siempre.
En todo ese entramado se posicionaron en el eje de la tormenta las hijas de Marcelo, más precisamente Candelaria y Micaela, ya que se las señaló como responsables de salpicar a Milett, de nunca brindarle el visto bueno a su padre sobre esa relación sentimental.
En Socios del espectáculo, Rodrigo Lussich se animó a narrar el apodo hiriente que le propinaron las herederas de Tinelli, dado que expresó: “Es la madrastra malvada de Candela, Micaela, Juanita, Francisco y Lolito, la tienen así catalogada. Ya lo anticipamos y dijimos que las hijas no la quieren, le dicen ‘la peruana’”.
POR QUÉ LAS HIJAS DE TINELLI NO SE BANCAN A MILETT FIGUEROA
Y en cuanto a más pormenores de la cotidianidad compleja que atravesó Figueroa con las hijas mayores del conductor, Yanina Latorre aseveró: “Nunca hubo vínculo entre ellas. Las chicas (se pusieron) reticentes cuando llegó el papá con una nueva novia joven, y le dijeron: ‘Tené cuidado’”.
De ese modo, la angelita infirió, o al menos permitió realizar la lectura, que las jóvenes desconfiaron de la veracidad de un sentimiento genuino de Milett para con Marcelo. Incluso, hasta el propio conductor del Bailando reconoció que los comportamientos de Cande y Micaela lo complican: “Lo mío no es nada fácil. Mis hijas me la pican. Yo no elijo a ninguno de los novios de mis hijas, no corto ni pincho”.