Lejos de los escándalos o romances mediáticos que la llevaron, en su momento, a la popularidad, la bailarina atraviesa un gran presente tanto en lo personal como en lo laboral. Abocada a la escuela de danzas que abrió con su hermana Vanina, al pet shop que tiene que ver con su cariño hacia los animales y a los ensayos para el Bailando, Silvina Escudero (35) pareciera tener una agenda bastante cargada. Más aún si le suma las visitas a los distintos programas, tal como sucedió días atrás cuando participó de uno de los ciclos de KZO, al que llegó caminando, súper producida y, como siempre, sensual.
Sin embargo, y a pesar de todo eso, la morocha dedica bastante de su tiempo al amor. Un amor que lleva poco más de dos años, y con quien si bien ella desea casarse, del otro lado no estarían queriendo lo mismo. Al menos eso explicó la morocha sobre la decisión de su pareja, un tal Federico, de 32 años, con quien ya convive y a quien mantiene alejado de la exposición y de los medios.
Se hace camino al andar. Emprendedora, con carácter y dueña de una belleza natural, la menor de las Escudero sabe qué quiere y cómo lo quiere… en todos los aspectos de la vida. Sin ir más lejos, días atrás fue hasta los estudios de Kuarzo, por la zona de Palermo, para participar de un programa de cable. Y en ese marco le ofrecieron, a modo práctico, que dejara su camioneta en doble fila mientras se la vigilaban. Lejos de aceptar eso, la bailarina quiso dejar el vehículo en un estacionamiento privado, sin cometer infracción y abonar la estadía. Pero, mujer con pantalones, Silvina le pidió un favor a la producción del ciclo al que iba de invitada.
¿Qué? Resulta que el garaje donde guardó su auto estaba a dos cuadras de distancia y no quería ir sola hasta ahí. Por eso pidió que alguien la acompañara hasta el lugar para no ir sola. Fue entonces que uno de los productores de KZO la escoltó hasta el destino. Y esa tarde, Silvi… ¡tuvo guardaespaldas!
El no casamiento. Así define Silvina su situación sentimental cuando le preguntan para cuándo la boda. Es que si por ella fuese, tal como declaró, le gustaría casarse. Pero a quien no le va la idea de formalizar es a su pareja, con quien desde hace ya tres meses estaría conviviendo.
En referencia a este punto, que tiene que ver con el corazón y el amor, escueta de palabras, algo le contó a Marcelo Tinelli: “Me encantaría casarme con Fede, que en este momento debe estar en la cama transpirando porque estamos hablando de él”, arrancaba Silvina contando sobre su chico, un comerciante de bajo perfil que, según detalló: “Tiene un negocio. Vende ropa, cosas tipo indumentaria. Me pongo muy nerviosa hablando de esto. Tiene un negocio que vende de todo. Cosas de camping, uniformes y esas cosas. Yo tengo que volver a mi casa. No hablo de él en ningún lado. Hace más de dos años que estamos y no hablo, básicamente, de él”. A valerse por las declaraciones de la morocha, el casamiento no será algo a corto plazo y el muchacho seguirá siendo un misterio, salvo que sorprenda una noche e irrumpa en los estudios del Súper Bailando.
Silvina Escudero quiere casamiento
Silvina Escudero y su misterioso novio