En enero de 2020, Stefi Roitman decidió dejar todo y viajar a Miami para no volver a separarse de Ricky Montaner. Tanto fue así que hace unos meses decidieron sellar su amor, darle un marco legal y casarse.
La historia de amor de Stefi y Ricky es una de esas que tuvieron que superar la distancia de miles de kilómetros, los que separaban a Buenos Aires y Miami. Finalmente, tuvo final feliz, luego de derribar obstáculos como el desarraigo.
En 2019, Stefi estuvo nominada como revelación en los Martín Fierro por su papel en Simona. Hace algunas semanas, la actriz estuvo en la Argentina nuevamente en los Martín Fierro, pero esta vez para acompañar a Ricky Montaner, nominado como parte del jurado de La Voz.
“Esta Stefi es igual a la que siempre conocieron. Me siento crecida y más mujer, pero la esencia no cambia. En este mundo loco y esta travesía del amor y laburo, me siento la misma, pero más madura”, confesó.
Sobre su vida, dividida entre Miami y Buenos Aires, la actriz contó cómo es el cambio de vida, instalada en otro país, con sus diferentes costumbres, la adaptación y, lógicamente para alguien que se define como “muy familiera”, el desarraigo.
“Lo que más extraño es caminar las calles argentinas, la gente, mi familia, mis mejores amigas, la comida. Se extrañan las raíces, más allá de que estoy feliz y formando mi familia, la tierra de uno siempre se extraña”, expresó.
En cuanto a su vida de casada, Stefi aseguró: “Es todo hermoso, estoy feliz, estamos enamorados con proyectos. Casarnos fue como reafirmar nuestro amor y nos hizo crecer un montón”.
Además, mostró su felicidad por el nuevo rol que tiene: el de tía, por el nacimiento de Indigo, la beba de Evaluna Montaner y Camilo, sumado a la espera de Apolo, el bebé que esperan su cuñado Mau y Sara Escobar. “Estoy babosa”, comentó.