Informar sobre el estado del tiempo en un canal deportivo no es lo mismo que subirse a un escenario y aprender a convivir en un ambiente tan difícil como el de la farándula. El derecho de piso existe en diferentes ámbitos laborales y no todos están dispuestos a pagarlo con una sonrisa. Menos aquellos que, como en el caso puntual de Sol Pérez (26), son dueños de una personalidad proclive a la confrontación, de temperamento fuerte y una frontalidad de alta combustión.
Pasar de ser la denominada “Chica del clima” a compartir escenarios con gente que lleva muchos años en el espectáculo, fue para la rubia un cambio que le sigue pasando factura. Ya transcurrió un trecho desde que se alejó de TyC Sports para empezar a incursionar en terrenos profesionalmente vírgenes para ella, donde, obligatoriamente, debía dejar de lado el delantal de maestra para, después de un largo tiempo, sentarse en el pupitre de los alumnos.
La impresión fue que, tal vez por sentirse “sapo de otro pozo”, Sol se mostró constantemente a la defensiva. Y su postura no hizo más que incrementar las chances de que su nombre apareciera involucrado en escándalos. Finalmente tuvo se “debut”. Su bienvenida a un rubro para nada sencillo, en el cual diariamente los egos son vistos como un tesoro divino que nadie quiere poner en juego. Fue en la obra que encabeza Carmen Barbieri, en Mar del Plata.
En Veinte millones, Sol protagonizó una pelea verbal que casi termina a los golpes con Mónica Farro. La uruguaya, se sabe, es una de las figuras de la compañía y no es la primera temporada que trabaja con la madre de Federico Bal. Es como su mimada. Por eso no extrañó que luego de la discusión con Farro, Sol Pérez le dijera a los medios: “no me sentí cuidada”.
A lo mejor, la rubia esperaba otra cosa. Otro trato que al cabo de todo el escándalo nunca llegó. Una de las funciones fue suspendida y se organizó de forma urgente una reunión entre Barbieri y Guillermo Marín, el productor general, para definir los pasos a seguir. El verano parecía arrancar algo convulsionado para Sol y a pocos días de su estreno en la compañía, ya vivía su primera experiencia amarga en un hábitat que todavía desconocía.
“Ese día Mónica se levantó para pegarme”, contó Sol, para después revelar una situación extremadamente tensa: “Cuando la sacan y me voy, ella dice ‘agradezcan que ustedes trabajan por las p… que yo chupo’. Algo horrible”. Cuando parecía que las aguas se aquietaban y que Sol recobraría la tranquilidad, otra vez volvió a ser noticia por una situación que la tuvo en el centro de la escena. No fue en la obra, donde las cosas parecieron calmarse.
En esta ocasión el trago amargo tuvo que ver con su vida personal, porque luego de soñar con un bebé e inclusive hablar de un futuro juntos, la ex “chica del clima” se habría separado de su novio, Guido Mazzoni. “Pasó algo puntual”, admitió Sol, quien, sin embargo, negó la ruptura. “No borré sus fotos con él de las redes sociales. Las archivé”, explicó para blanquear una crisis, pero con la esperanza de un acercamiento en el corto plazo. Mazzoni fue más elocuente: directamente cerró su Instagram.