Si hacía falta algo para terminar de confirmar el noviazgo entre Stefanía Roitman (25) y Ricky Montaner (29), era la presencia de la conductora en la boda de su cuñada. Evaluna Montaner se casó recientemente con Camilo Echeverry, colega de su papá y también de su hermano, ya que también es cantante. La ceremonia se desarrolló en Miami y contó con aproximadamente ciento cincuenta invitados, entre los cuales estuvo la expareja de Gastón Soffritti.
Dicen, inclusive, que de acuerdo a lo que informaron los medios estadounidenses y que reprodujeron las emisoras venezolanas, la argentina figuró entre las más lindas de la fiesta. Uno de los detalles que más le elogiaron a Stefi fue su vestido de tul, obra del diseñador Jorge Roy, quien opinó que antes de la celebración “ella pretendía un vestido elaborado, de alta costura, con textura, tridimensionalidad, forma y un poco de juego en el diseño”.
Estas características en la indumentaria fueron el foco de las buenas críticas que hicieron blanco en Stefanía, quien, como señalamos, fue una de las más miradas por los presentes. Sin embargo, el núcleo de la atención posada sobre su figura no se circunscribió a su ropa, pues, además, fueron detenidamente observados sus movimientos junto a Ricky, el hijo del reconocido cantautor nacido en la Argentina y nacionalizado como venezolano. Y los que estuvieron pendientes del trato que se dispensaron con el hermano de la novia, afirmaron que la relación aparenta ir viento en popa.
Que la misma fiesta fue tomada como una gran oportunidad para blanquear ante la familia y el resto de los afectos el romance, que nació en la ciudad de Buenos Aires y con el paso del tiempo fue ganando solidez. Al punto, por supuesto, de ir consolidándose y llegar a ser formalizado nada menos que en una circunstancia tan importante y trascendente para el clan Montaner como el casamiento de Evaluna. Cuando le tocó referirse al vínculo que fueron estableciendo con Ricky, Stefi no quiso ir más allá y exteriorizó un profundo deseo de protegerlo a través del silencio, pero con la esperanza de lograr un progreso paulatino, quemando etapas sin saltear un solo peldaño.
“No creo que sea conveniente ponerle un rótulo a la relación”, remarcó la rubia, quien de esta forma dejó en claro que su intención, evidentemente, es ir transitando la experiencia paso a paso. Luego, al analizar su día a día con el cantante, Roitman contó que realmente está muy feliz a su lado: “En este tiempo nos hemos acompañado mucho. Lo admiro y me encanta ver cómo trabaja, cómo es su familia. Me gusta cómo estamos creando nuestro vínculo. No nos buscamos, pero así es la vida. Cuando lo conocí no esperaba estar viviendo algo tan importante con él, porque cuando una empieza una historia nueva no sabe qué es lo que le espera. Por ahora estamos dando los primeros pasos, pero de a poco me voy dando cuenta que estoy con la persona indicada. No me asusta lo que pueda venir, quiero que todo fluya y que el propio destino nos vaya marcando el camino que tenemos que transitar juntos. La meta la establecerá el tiempo. Con Ricky compartimos esa visión del futuro y nos entregamos a eso”, aseguró.
Todo oficializado, entonces. Tras una serie de encuentros a solas en Buenos Aires, Stefi y Ricky ya no se esconden y brindan por este amor internacional. Estaba la letra, sólo faltaba música para que la canción de amor se completara. El casamiento de Evaluna fue la excusa perfecta, qué mejor que darse a conocer durante una noche especial para otros dos que también se aman.
