Camina por un manto de nubes pomposas, suaves y cálidas. Las sensaciones que germinan de su interior son indescriptibles, por una multiplicidad de factores, pero principalmente por transmutar ese sueño en una realidad concreta y palpable.
Tuli Acosta vive un presente floreado, que se cristaliza por la felicidad inconmensurable de ganar la reciente edición del Bailando, ese ciclo que consumía desde pequeña y en el que siempre añoró participar. El destino, y su esfuerzo y talento, la posicionaron en este maravilloso estímulo de consagrarse como la mejor de la temporada del programa de Marcelo Tinelli.
Motorizada en el combustible de la adrenalina, de la alegría más pura, la cordobesa visitó el piso de LAM para analizar su triunfo, en compañía de Noelia Marzol su rival en la gran definición del certamen. En ese contexto, la bailarina se zambulló en un aspecto muy hondo de su privacidad.
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Tras visualizar la entrevista a su novio Lit Killah, en la que reveló que la conexión entre ambos surgió de manera espontánea, Tuli aceptó el desafío de identificar los factores que la enamoraron de su pareja. Todo se originó en la consulta de Fernanda Iglesias: “¿Podés ser cursi y decir que te enamoró de él?”.
TULI ACOSTA CONTÓ POR QUÉ SE ENAMORÓ DE SU NOVIO
Bajo el halo de la naturalidad y en la vereda contraria de la vergüenza, Acosta aceptó el reto y describió los rasgos que activaron el embelesamiento con su novio. “Me enamoró como persona, no tiene maldad en nada. Nunca conocí a una persona más buena”, detalló.
Acosta también recordó el instante en que cruzaron los senderos con su pareja y narró: “Conocí al grupo entero al mismo tiempo. Yo estaba de novia en ese momento y no hablaba mucho con él. Fue como amigos todos. Cuando me separé me empezó a hablar y lo miré con otros ojos. Fue re lindo todo, como se dio y hoy como construimos una relación”.
