Buenas noticias para los que aún creen en la legitimidad del formato tradicional y se resisten a romper el molde histórico. Esos que todavía hablan de “chicos” y no de “chicxs”. Los mismos que continúan separando por género sin sentir que su comportamiento implique un menosprecio por la “X”. Transitamos tiempos bisagra, culturalmente. El paradigma parecería ir cambiando en forma permanente, no solo en las relaciones sociales, pues también se notan innovaciones en lo concerniente a la vida conyugal.
El matrimonio igualitario, la convivencia sin papeles, la crianza monoparental y otras elecciones individuales han tomado una notoriedad inusitada, relegando al desuso a las viejas costumbres. Sin embargo, todavía están los que prefieren defenderlas desde los hechos. Como por ejemplo Maite Peñonori, quien, como excepción a la corriente en curso, se casó con todas las de la ley. Así, igual que nuestros abuelos, firmando un libro de actas y documentando el amor ante también ante Dios.
Tal vez una aguja en un pajar, claro, pero con la gratitud de saber que más novias seguirán su camino y sostendrán los valores del viejo mandato. Increíblemente, durante la celebración de su boda, otra de las panelistas de Los Angeles de la Mañana, y por ende compañera suya en el programa que conduce Angel de Brito, anunció que también se pondrá las alianzas. ¿Quién fue la que sorprendió en plena fiesta ajena con semejante noticia? Mariana Brey.
Sí, de acuerdo a lo que confirmó la “angelita”, ya tiene decidido reglamentar su vínculo con Pablo Melillo, su actual pareja. Según testigos presenciales, luego de “robar” el ramo de rosas, Mariana comunicó que próximamente pasará por el altar con el padre de su hija, Juana.
Previsiblemente, en un primer momento recibió elogios en cantidad a través de las redes sociales, pero más tarde también leyó críticas por haberle “quitado protagonismo” a Maite en su propia cara. Lo cierto es que, al margen de los egos y las polémicas, el viejo lineamento conyugal aparenta gozar aún de buena salud. Gratas noticias para los que, de un modo u otro, se mantienen firmes en su voluntad de prolongar el legado inculcado por la mayor parte del árbol generacional.
