Nació en el seno de una familia de artistas y se crió en los sets de grabación. Entonces supo que la actuación era lo suyo. Mónica Ayos (45) tenía 11 años cuando debutó en televisión y –si bien lo deseaba– todavía no sabía que ese era apenas el comienzo de algo grande, tan grande que nada ni nadie la frenaría. No lo harían ni el tiempo ni el lugar de residencia. Porque Mónica se instaló con su familia en México hace siete años, sin embargo nunca dejó de trabajar.
Un trabajo, la vocación. “Te encontré, amor de mi vida, lo tenés todo, lejos de la perfección, llegaste como un combo explosivo que provoca en mí sensaciones que no conocía, ¿envejecemos juntos?”. Esa fue la frase que marcaría su vida para siempre. Así, su esposo, el actor Diego Olivera, le proponía ser familia, lo que concretaron el 29 de noviembre de 2002. Y fue cuatro años después cuando convocaron a Olivera para protagonizar la versión mexicana de la novela Montecristo. La decisión, aunque difícil, fue la correcta. Ella no dudó, y un tiempo después armó sus valijas y con sus hijos (Federico, de una relación anterior, y Victoria, nacida de su vínculo con Olivera) viajó al país azteca. Pero, inquieta como es, no iba a quedarse de brazos cruzados y rápidamente comenzó a trabajar. El personaje de malísima de Leonela Montenegro, en la novela Triunfo del amor, la catapultó al éxito. Hoy, tras varios programas de tevé, algunas obras de teatro y cinco películas en su haber, Mónica vuelve con todo. Después de disfrutar unas vacaciones familiares en Miami, se dispuso a trabajar. Pero… ¿dónde? ¡En República Dominicana! Ocurre que una vez más el trabajo la llevó de viaje.
Por estos días, ella se encuentra en Santo Domingo combinando trabajo y placer. Es que fue convocada para rodar la película Killing Sarai, donde interpretará a Samantha, junto con el fachero actor cubano William Levy, los españoles Alicia Sanz y Adrián Lastra y el mexicano Roberto Sosa. Si bien Mónica y Levy trabajaron juntos en Triunfo del amor, este supone un nuevo desafío.
Trabajo & relax. Las bellísimas playas de Santo Domingo fueron testigo. Los días de descanso durante la grabación del filme le dieron a la actriz la posibilidad de conocer al caribeño país y de disfrutar de un paisaje sin igual. Y a los turistas la oportunidad de contemplar su hermosura…
Quienes la vieron pasearse enfundada en su bikini color acquamarine quedaron paralizados. Es que tanta belleza deslumbró. Y entretanto, mientras coquetea mostrando su deslumbrante figura, celebra la filmación de su sexto filme. ¡Felicidades!
Mónica filma una película con un equipo internacional
El galán con el que comparte elenco es una bomba