El lunes 25 de diciembre los participantes de Gran Hermano decidieron pasar la Navidad haciendo un programa de radio. La conductora no era otra que Furia. En uno de sus secciones, escuchó la historia familiar de Lucía Maidana y la consoló con una emotiva reflexión.
Como contó la salteña en un par de ocasiones, no tiene mucho vínculo con su padre, ya que no acepta que sea lesbiana. Pero eso no es lo peor, sino que su progenitor llegó hasta extremos impensados con tal de "hacerla normal". A ella le duele mucho, pero con el apoyo de sus compañeros está intentando superarlo.
En su momento, la ex futbolista confesó: "Mi papá la ve y la mata, básicamente. Él la enfrentó y mi novia se le plantó. O sea, plantársele a mi papá es como plantarse contra un militar. ¿Sabían ustedes que hay centros de 'conversiones'? Tipo que te 'convierten'".
"A mí me quisieron mandar con una psicóloga de España que te 'curaba'. No sé qué te harán, pero a mí me dijeron electroshock, todas esas cosas. En mi familia pertenecen a un lugar de elite donde los socios solo pueden ser hombres. A los 15 años tenés un baile en el que un chico te tiene que invitar. Se llama el 'baile de jovencitas'", sumó.
LA DEFENSA DE FURIA A LUCÍA MAIDANA
"Vino con la impronta de 'a mi papá nunca le gustó quién soy y ahora me va a tener que ver'. Vino con su impronta y en esta casa todos la aman. Así que nos importa un carajo que tu viejo no te quiera o que no le guste lo que estás haciendo. La gente te ama flaca. ¿Entendés? Corta la bocha", sostuvo Furia.
"El cristianismo, desde mi parte, quiero que básicamente habilite la sección LGTB, así nos dejamos de romper las pelotas todos. Hagan un anexo en la biblia. Muchas gracias Lucía por entrar a esta casa porque necesitábamos a una lesbiana como la gente. Gracias", cerró.