Aventurera, con una extensa y exitosa carrera artística sobre sus espaldas, Moria Casán (73) levantó la copa y brindó por su excelente 2018. Dueña de un estilo único e irrepetible, supo adaptarse a las necesidades y brillar. Una mujer multifacética, una verdadera camaleónica que conoce todas las ramas del mundo del espectáculo: vedette, actriz, humorista, conductora… no se encasilla y sigue vigente, siempre con su estilo tan particular, ese que la transformó en diva y que la acerca a la gente. En 2018 afrontó el desafío más importante de sus últimos años. Se despidió de Showmatch, donde era jurado del Bailando, para volver a su viejo amor, la conducción. Cuando gran parte hace fila para estar en el programa de Marcelo Tinelli, Moria pateó el tablero para reinventarse. A tal punto que le provocó un gran dolor de cabeza a Marce. Llegó a América para darles otro marco a las tardes del canal y timoneó el barco como ninguna. Sin atarse a un hilo conductor, sin apostar a una rutina, fue manejando y ganando espacio en Incorrectas. Fue tal lo que generó, que el canal le dio la responsabilidad de sentarse en la silla de Jorge Rial en Intrusos cuando Jorge se tomó licencia. Estar al frente del programa líder del espectáculo argentino le dio otra imagen. Así, de un día para el otro, pasó a tener cuatro horas de programa de lunes a viernes. Siempre con la misma sonrisa y sin despeinarse. A todo esto, le sumó una participación especial en 100 días para enamorarse y varias reuniones laborales con proyectos para este año que recién comienza. Por todo esto, por lo que hizo y por lo que vendrá, se tomó unos días de vacaciones para recuperar energías y seguir.
¡Qué look!Moria pasó por Punta del Este y dejó su marca. El dólar por las nubes, los precios inalcanzables en una ciudad que se mueve al ritmo de la divisa norteamericana, nada de eso hizo que no se diera una vueltita por Uruguay. ¡Hasta se dio el gusto de pasear en un Porsche descapotable… vaya paradoja, con patente paraguaya. La estadía veraniega fue sonrisa y un rostro iluminado. Ni siquiera que haya sido demorada por Interpol, por un error en el sistema en el aeropuerto de Uruguay en el marco de la causa del robo de las joyas en Paraguay, la sacó de su eje. Descontracturada, sin importarle el qué dirán, se mostró con diferentes atuendos relajados. Acompañada por su hija, Sofía Gala, y sus nietos, Helena y Dante, o sola, se las rebuscó para disfrutar. Salir a caminar por la playa es una de las actividades que más la regocijaron. Por supuesto que no pasó desapercibida –mucho menos cuando eligió el plateado para vestirse– y con todo turista que se le acercaba se sacaba una foto.
Moria Casán en plena caminata playera
La nave de Moria tiene patente paraguaya
