Envuelto en un halo de misterio, de versiones de todo tipo, el amor se disipó para siempre en el matrimonio que supieron construir Zaira Nara y Jakob Von Plessen, que brindó como fruto fundamental esos dos pequeños soles: Malaika y Viggo.
El polista habría descubierto movimientos llamativos de la modelo, que algunas voces aseguraron alcanzaron el límite de una infidelidad con su actual novio Facundo Pieres. Claro que esta presunción jamás se corroboró en el plano público, pero cobró extrema fuerza.
Tras culminar la pareja, allá por fines del 2022, Jakob se alejó definitivamente de la visibilidad, prácticamente no se sabe nada de su vida, más allá que trabaja en una empresa internacional como guía de safaris por el continente africano, nada más y nada menos.
En todo ese contexto de silencio, Von Plessen suele regresar a su lugar en el mundo, San Martín de los Andes. En esa cuidad patagónica posee una cabaña muy elegante, llena de lujos y de estilo campestre, la misma en la que habitó durante un largo tiempo con Zaira y sus pequeños, en el lapso de la pandemia más estricta.
En definitiva, Jakob permanece en contacto con la naturaleza en esa casa, que se caracteriza por la madera, que es la reina de todos los ambientes, así como por la decoración rupestre, en consonancia con el estilo de vida que ama el ex de Nara, que son los caballos y el aire libre.
Muebles rústicos, conexión con el exterior a través de ventanales, una atmósfera gauchesca tiñen toda la casa, que se pudo conocer en profundidad merced a las múltiples publicaciones que siempre realizó Zaira. Así se percibe el calor de hogar, con mantas de hilo, un living amplio y luminoso y hasta una barra desayunadora.
Otro de los puntos salientes de la cabaña se entrelaza con la galería, que permite por su techo reposar en una silla y admirar la vista majestuosa, con ese horizonte plagado de montañas, de árboles, de espejos de agua y sobre todo muchísima naturaleza.