“Chapa y pintura”, “refrescadita”, “toquecito”… En este plan está Tamara Paganini desde hace un tiempo. Porque, apenas pudo, la ex Gran Hermano juntó los pesos que tenía ahorrados y se metió en el quirófano para modificar las zonas de su cuerpo que no le gustaban.
Así lo hizo Tamara en los últimos días, cuando alarmó a sus seguidores de Instagram con un impactante video con imágenes de su cara desfigurada que grabó apenas salida de la blefaroplastia, una intervención por la que le retiraron las bolsas de piel debajo de los ojos, una característica que le molestaba desde siempre.
Pero, antes de esta operación, Paganini se sometió a una cirugía de abdomen con la que cerró, tal vez, la dolorosa experiencia de perder a sus mellizos, en 2016. Sobre este tema habló la rubia, en una entrevista que brindó a La Nación.
“Sí, me saqué las bolsas debajo de los ojos. Pero antes me hice una abdominoplastía, porque con el embarazo se me desgarraron los rectos y con esta operación te cortan, los levantan y se juntan los músculos de nuevo; los ponen donde deberían estar”, detalló.
La actriz, que tiene un programa de radio y se operó el 28 de septiembre, contó que prefirió que no le marquen los abdominales en el quirófano: “Yo elegí normal, que no me hicieran nada más que ajustarme la piel y que se pegue al músculo”.
“En realidad me iba a sacar las bolsas en la misma cirugía que la abdominoplastia, pero era demasiado”, explicó. Es que, en esa oportunidad, el bisturí también alcanzó a sus senos. “El médico me corrió las areolas, que ya me había hecho hace 15 años. Y también me hizo los párpados”, contó.
“Y si encima me hacía las bolsas, no iba a poder con mi vida. Esperamos que se curen bien los párpados y la semana pasada me saqué las bolsas, que era mi mayor sueño”, siguió, y comentó que este temita “nació con ella”.
“Las bolsas fueron creciendo conmigo. Es de familia. Ponerme hielo debajo de los ojos era algo recurrente en mi vida, porque cada vez que me despertaba parecía Cuasimodo”, señaló, entre risas.
Pero, al margen de detestar esa característica de su rostro, Tamara contó el curioso y bizarro pedido que le hizo a la enfermera. “Cuando salí del quirófano, en medio de la anestesia, pedí que me guardaran la grasita de las bolsas en formol para tenerlas conmigo. Pero ya la habían tirado”.
“Cuando me saqué el lunar de la cara, que era muy característico mío, pedí lo mismo y lo tengo en formol, en casa. Soy re sanguinaria. Tendría frascos de formol con víboras de dos cabezas en casa. Soy un poco retorcida”, reconoció.
“En medio de la anestesia, pedí que me guardaran la grasita de las bolsas en formol para tenerlas conmigo".
¿Y la ex GH seguiría modificando su cuerpo? Claro que sí. “Siempre dije que el día que tuviera plata, me operaba toda. Me hicieron buen precio y me alcanzó para lo que me hice”, aseguró.
Y concluyó: “Mi novio me dijo que si yo quería, me regalaba la cirugía en la panza y así fue. Pero no voy a tocarme más la cara, salvo algún retoque. No me gustan los rellenos que te deforman. Y si se me cae el pómulo, y bueno, qué vamos a hacer… Por ahora estoy bien”.
