El efecto sorpresa que causó el retiro anticipado de Carlos Tevez del fútbol profesional continúa latente en el inconsciente colectivo. Todavía se lo extraña y sobre todo los hinchas de Boca Juniors añoran y desean con todas sus fuerzas que revoque la decisión y regrese al verde césped.
Aquella conferencia de prensa en la que anunció el año pasado que abandonaba la práctica generó un tsunami de reacciones. Claro que todo se remitía a su fuero interno, a esas fuerzas que ya no latían en su sangre para continuar corriendo por la grama.
Desde que colgó los botines, Carlos se sumergió en la familia y así realizó una serie de actividades que la exigencia profesional le impidió durante décadas. De esa manera, el diez recorrió distintos puntos turísticos, como esas vacaciones en Miami rodeado de afectos.
Claro que el tiempo ya transcurrió y todo el mundo se pregunta cuáles serán los próximos pasos de Tevez, quien todavía dispone de una edad acorde para retornar con solvencia y éxito al fútbol, con sus 37 años. No obstante, no abundan las certezas, sino más bien las incógnitas.
Las especulaciones rondan en torno a la figura del ídolo deportivo, algunas voces refieren a que podría tentarse con una posibilidad en alguna liga que no le exija tanto y en ese sentido surge la MLS de Estados Unidos como un destino interesante.
Por otro lado, otros allegados direccionan la chance para All Boys, el primer club en el que Tevez jugó de manera federada, cuando era un niño que salía del Fuerte Apache. En tanto luce muy lejana la probabilidad de una vuelta a su Boca Juniors.
Por el momento, Carlos disfruta de su tiempo libre, de oficiar de un padre presente para llevar y retirar a sus tres hijos del colegio, una circunstancia que el profesionalismo le impedía. Además suele organizar su agenda diaria con distracciones como jugar al golf con sus hermanos y amigos.
También se sumerge en algunas rutinas cortas para el mantenimiento del físico, totalmente opuestas a la rigurosidad de antaño, pero corre varios kilómetros y realiza pesas en su mansión. Así como se presta a correr detrás del esférico en picaditos con amigos.
Mientras analiza si estirar algunos años más de su pasión por el fútbol, Carlitos viaja por el país, así visitó la tierra natal de su padre en Santiago del Estero, también anduvo por Tucumán y Mendoza. Justamente en una de esas escapadas fue visto arriba de su Rolls Royce cargando nafta en un paraje santiagueño.