Apenas unas horas, tan solo un par de horas. Gran Hermano les entregó el dulce a los participantes de encontrarse con familiares, con seres amados, en el aislamiento forzado de la casa, pero inmediatamente los obligó a despedirse y con un mecanismo macabro.
Todavía no se habían cumplido veinticuatro horas del ingreso de un acompañante de cada uno de los seis sobrevivientes del reality, cuando la producción les avisó que debían elegir a dos para que abandonen la propiedad. Una decisión llamativa y que los obligó a negociar cara a cara.
La hermana de Furia les alivianó el trabajo porque se bajó voluntariamente, con el argumento que extrañaba a su hijo pequeño. De ese modo, Santiago del Moro les comunicó a los concursantes que tendrían que sentarse en una habitación cerrada a deliberar un segundo familiar eliminado.
Así, se produjo el acuerdo de sacar a la hija de Darío Martínez Corti. El más longevo de la temporada compartió sus sensaciones de esa determinación: “Acaba de llegar de Venezuela, le estaría dando más tiempo a ella para que vea a todos afuera”. Mientras que Bautista acotó: "La decisión es bastante macabra".
LA HIJA DE DARÍO FUE LA SEGUNDA ELIMINADA DE LOS FAMILIARES
El conductor del programa le dijo a Darío: "Vos vas a tener que echar a tu hija de la casa. ¿Estás de acuerdo? ¿Dijiste mi hija quería?". Así Martínez Corti confesó: "Totalmente de acuerdo. Ella llegó hace poquito de viaje y moría por estar en el programa. Hizo todo para estar. Aparte por los tiempos, lo estuvimos hablando con ellos, el tema de mi liderazgo".
Y luego, Santiago le explicó los pasos a seguir: "Vas a tener que ir vos ahora, decirle a tu hija que se tiene que ir, la vas a despedir, como hicimos recién con Coy. Mañana van a tener que hacer lo mismo, chicos, y el jueves también. El jueves el último familiar que despidan de esa casa le va a otorgar al jugador que representa, que vino a visitar, el liderazgo para la próxima. Lo coloca entre los mejores cuatro".
