A un año de la muerte de Gerardo Rozín, se publicó un escrito que dejó el conductor. Fue en las redes sociales de los familiares donde se puede leer la emotiva despedida que el famoso escribió antes de morir y que nunca llegó a ver la luz.
"Elena y Pedro, los hijos de Gerardo, junto con sus madres Carmela y Mariana, queremos compartir este texto hoy que se cumple un año de su muerte. Todos los días pensamos en Gerardo: su ausencia ocupa mucho lugar pero también su recuerdo es una compañía verdadera", escribieron.
Y continuaron: "Los aniversarios, sin embargo, tienen peso también fuera de la familia. A toda la gente que lo quería o que disfrutaba de la televisión que él hacía, además de agradecerles el apoyo y el cariño, les dedicamos estas líneas que Gerardo escribió en el momento de recibir el diagnóstico”.
Fue entonces que la familia decidió compartir las palabras que dejó Gerardo Rozín, quien dejó el escrito sin un título y fue por eso que quedó el que guardó la computadora que usaba el reconocido periodista y conductor durante sus últimos días.
LA DESPEDIDA DE GERARDO ROZÍN
"Paso a decir que me voy contento. Que tengo una hija de diez y un hijo de veinte, y me estoy por morir sabiendo que les dejo la seguridad de que fueron amados. Muy amados. Tienen valores para abrazar y para discutir, pero no arrancan sin ideas. Es un montón. Hemos sido gente de reír mucho, disfrutamos de la ironía y no del sarcasmo. Nos quedaron muchas gracias por hacer juntos, pero se sabe que estas despedidas dejan espacios vacíos", comienza.
Y sigue: "Estoy sonriendo. Lloré siempre, pero frente a lo inevitable, lo que llegará en poco tiempo, no me siento con derecho a la queja. No es que no reconozca mis defectos sino que errores comete todo el mundo y siento de estuve más en el equipo de los buenos que en el los otros".
"Tengo algunos orgullos: en la televisión comercial pude hacer ciclos vinculados a los derechos humanos sin que nadie me lo pidiera, buscando esos espacios en la nube del entretenimiento. Y creo que produje algunos momentos emocionantes y graciosos", continúa.
Eso no es todo porque finaliza: "Amé de verdad a las parejas que tuve. Y tuve el don de hacer reír mucho a mis amigos. No soy creyente, no me llevo nada, pero les dejo las carcajadas que les arranqué. Soy una de las personas que más los ha hecho reír. Es otro de mis grandes orgullos".