Una tormenta la azotó y desestabilizó todo a su paso. Una época de dificultades, de muchas dudas, de vacilaciones y sobre todo de angustia. Adabel Guerrero atravesó por un calvario emocional, que la impulsó a tomar cartas en el asunto y a recurrir a ayuda profesional.
La famosa evitó los filtros, los mensajes confusos, y asumió con total hidalguía el calvario que transitó por su salud mental. Así, la blonda detalló el tratamiento que inició con un psiquiatra al sentir que debía buscar otras soluciones para un dolor intangible.
Adabel visitó el piso de Socios del espectáculo y en ese contexto abrió su corazón de par en par. En un tramo de la charla, la rubia relató el momento en que detectó que necesitaba más ayuda que la de su psicólogo: “Con la terapia no me alcanzaba. Pedí ayuda a la persona correspondiente”.
Y respecto a la lectura que le brindó el profesional, Guerrero contó: “Al principio mi psiquiatra no me quiso medicar, me dijo que tenía una vida con un montón de cosas lindas. Pero yo venía arrastrando un pasado que me pesa, lleno de culpas... Y me vi sacada, reaccionaba mal”.
ADABEL GUERRERO LE OCULTÓ A SU MARIDO QUE TOMABA PASTILLAS
En definitiva, Adabel ahondó en los factores que incidieron en su consideración para no informarle a Martín Lamela que tomaba pastillas psiquiátricas y aseveró: “Yo no se lo conté a mi marido. No sé si se estará enterando por los medios. Pero no se lo conté porque él se iba a meter”.
“Mi preocupación era si yo traía genéticamente la herencia de la depresión que tenía mi mamá, que tenía muchos problemas psiquiátricos y cayó en el alcohol. Terminó falleciendo por todos esos problemas. Yo tenía miedo de que sea hereditario. Son los fantasmas”, confesó.