Casi todo septiembre, octubre, noviembre y diciembre. Cuando al 2022 le quedan todavía ciento y pico de días, es probable que el rubro "pelea más sorpresiva y escandalosa de la farándula" ya tenga a su ganador anual: el entuerto que se armó entre Catherine Fulop y Gabriela Sabatini dejó al mundo mediático completamente "patas para arriba". Según Adrián Pallares, la cosa "es mucho más grave de lo que se cuenta en los medios".
En Socios del espectáculo, el programa que conduce el ex administrador teatral, no estaban hablando del caso sino de otro tema que tocaban como enigmático. Una de las pistas incluía a la venezolana y a la tenista, para muchos la más grande de todos los tiempos entre las nacidas en nuestro país.
Fue entonces que Pallares se salió por un instante del "chimento" que estaban preparando para meterse de lleno en la reyerta que sucede detrás de la fachada de "familia perfecta" que construyeron durante años los Sabatini-Fulop. A nadie le dolía la cabeza allí adentro. Pues bien, parece que la situación era muy diferente.
"Acá se llevan mal en serio" alcanzó a decir Pallares antes de que Rodrigo Lussich, su coequier en el liderazgo del ciclo, le preguntara si era verdad la pelea al interior del famoso clan. Sin dudar y casi a los gritos, el periodista le contestó "Sí, sí sí...". Esta semana, Cathy se vio envuelta en otra pelea al salir del programa de Santiago del Moro y recibir críticas del conductor.
"La cosa -replicó Pallares con solvencia, seguridad e información- es mucho más grave de lo que se dice en los medios eh... Acá hay algo que arrancó con la muerte de la madre de Ova y de Gabriela y desde ese momento atraviesan un momento difícil. Muy dificil".
"Hay diferencias por un departamento en Miami, por otras cosas que tienen que ver con el dinero", aseguró Pallares, mientras una de sus panelistas atinaba a comentar "la plata, siempre la plata". Por último, el titular del ciclo contó que "también hay diferencias por algunas ausencias que hubo en esos momentos tan dolorosos". Se especula, más allá de las cuestiones económicas, que la parte de la familia que vive en la Argentina le reprocharía a la que habita en el exterior no haber estado en ese trance tan duro y angustiante.
