Si bien siempre se la jugó de perfil bajo, presentándose como un empresario que nada tenía que ver con el mundo del espectáculo, Martín Baclini encontró la manera de, básicamente, figurar todo el tiempo en los medios.
Robar cámara, en fin, cual “Figuretti”, el recordado personaje de ShowMatch, universo que, casualmente, lo hizo conocido. Primero en el Bailando, como pareja de Cinthia Fernández, luego en el Cantando 2020.
Y esta semana su nombre saltó otra vez a la primera plana cuando lo encontraron cenando en un restaurante de la Costanera con Luciana Salazar, su amiga y, ejem, archirrival de su ex, Cinthia, que no dudó en hablar pestes contra la rubia en Intrusos.
"Baclini es un poco el boludón de la historia. No el boludón mal, tiene esa cosa de bonachón. Va a comer con una, va a comer con otra. Baclini quiere estar tranquilo", arrancó Rodrigo Lussich, lo que le dio pie a Adrián Pallares para lanzar una filosa opinión sobre el rol del rosarino en este cuento.
"Con todo el cariño y la simpatía que le tenemos, le gusta más la cámara que a mí el asado… Es un pibe que le gusta, y está bien", lanzó Pallares sobre Martín.
"¡Le gusta más que el bótox!", lo siguió su compañero. Y luego agregó, contundente: "¡Qué cosa! Porque Baclini cuando empezó a salir con Cinthia no quería saber nada, pero cuando cayó… fue al Bailando, al Cantando. Fue la primera cámara oculta de Listorti. ¡Le encanta!".